Marea de Vigo considera que ese marco «está totalmente morto»
20 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El 28 de enero del año 2015 el Concello de Vigo y el Celta firmaron un convenio para la reforma integral de Balaídos y cuatro años y medio después el presidente del conjunto vigués, por medio de una carta, acusa al Concello que Vigo de «un claro incumprimento do acordo que se plasmou». Grupos políticos de la oposición como Marea de Vigo consideran que ese convenio «está completamente morto».
La misiva del Celta fue dirigida al gobierno municipal y a los grupos de la oposición y aparece en escena por lo que considera el club «culmen a todo este despropósito» acerca de la reforma de Balaídos, los asientos de la grada de Río. Un asunto que añadir a las cubiertas de las gradas levantadas «que non cubren nin do sol ni da choiva», la falta de ascensores, las inundaciones de los vestuarios y la ausencia de buenas salidas de evacuación, además de la falta del sistema de luz exigido por LFP y UEFA.
«Non teñen solución»
Con respecto a los asientos asegura Mouriño Atanes en su carta que el Concello le comunicó a las peñas «que non teñen solución (...). Segundo o goberno local, so 90 minutos cada partido, e segundo a súa intención para os vindeiros 30 anos», algo que el club considera «inaceptable» al quedar localidades con un margen de 24 centímetros, del todo insuficientes para los aficionados y lejos de los estándares de la mayoría campos del fútbol español. Por ejemplo la separación de las butacas en Anoeta es de 40 centímetros.
En su misiva Carlos Mouriño les pide a los grupos de la oposición municipal que «intenten parar este despropósito». Y el primero que ha recogido el guante es Marea de Vigo. Rubén Pérez, su portavoz municipal, está convencido de que el convenio para la reforma firmado por las dos entidades es historia: «Ese convenio asinado entre o Concello e o Celta está completamente morto e creo que a responsabilidade debe dirimirse en canto non se constituíu esa comisión de seguimento. Tense que aclarar por que no se quere cumprir ese convenio asinado polas dúas administracións».
Porque la comisión de seguimiento de la reforma apenas funcionó en el principio y desde hace mucho tiempo el Celta no compadece. «O primeiro que ten que dicir o Concello de Vigo é porque o RC Celta non está. Esa comisión non funcionou dunha maneira estable». Los célticos dejaron de acudir al entender que no servía para nada por los incumplimientos sistemáticos del Concello.
La situación necesita de una salida hacia la normalidad según apunta Xabier Pérez Igrexas, el edil del BNG: «Entendemos que é o momento de recuperar unha certa normalidade institucional entre o club e o Concello, non pode ser que non haxa interlocución e diálogo e que sexa un intercambio epistolar ou vía titulares de prensa. Debe ser o concello quen tome a iniciativa». El Partido Popular declinó pronunciarse sobre la carta enviada por el club.