«Defender las líneas de pase»

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta incide en el trabajo de presión e intensidad para corregir el déficit defensivo

19 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La presión y el gol se han convertido en dos aspectos prioritarios a trabajar por Óscar García Junyent para cambiar el rumbo del Celta. Por eso gran parte del trabajo diario está centrado en estos menesteres. «Defender la líneas de pase» fue una de las órdenes que se pudieron escuchar el lunes en A Madroa. Porque el nuevo Celta requiere de presión alta, intensidad y corrección táctica para robar el balón en el momento preciso, y cuanto más cerca del área rival mejor.

La cuestión defensiva estuvo muy presente en el inicio de semana. Hasta en el rondo inicial con la salida de dos jugadores a intentar recuperar el mismo balón como parte del ejercicio. También cuando el equipo comenzó a trabajar en espacios reducidos con ejercicios de tres contra tres. Fue ahí en donde los ayudantes de Óscar García pidieron a los suyos que se esmerasen en tapar las líneas de pase para poder robar el balón y montar el ataque.

Porque aunque la falta de gol sea el principal pecado de la era Escribá, lo cierto es que después de trece partidos el Celta ya acumula 19 goles en contra, a una media de 1,4 por partido, otra sangría que el equipo también necesita cortar cuanto antes para cambiar la dinámica.

De cara al partido de Villarreal, las incógnitas se centran en saber si el Celta mantendrá el mismo estilo de juego del Camp Nou, con la presión alta, casi al borde del área rival, y el 3-5-2 como dibujo táctico, con los laterales muy largos para suplir la falta de extremos en la plantilla. Otro detalle a descifrar es la ubicación de Olaza, que ante el Barça se estrenó como central.

En cuanto a hombres, la recuperación de los tocados, en caso de que lleguen al partido Santi Mina o Rafinha, puede marcar en parte la formación e incluso la idea de juego.