Pione Sisto firma la remontada y saca al Celta del descenso

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

El Sevilla se adelantó por mediación de En-Nesyri y en el segundo tiempo Aspas y el danés le dieron la vuelta al partido

09 feb 2020 . Actualizado a las 21:06 h.

Once meses atrás, la recuperación del Celta comenzó con una remontada. En aquella ocasión levantando un 0-2 y en una situación casi terminal. Ante el Sevilla el panorama amenazaba la misma ruina. El equipo vigués comenzó el partido como colista y se fue al descanso con un gol en contra, en un fallo de Olaza que aprovechó En-Nesyri. Y en el segundo tiempo la corrección del Sevilla y la situación no dibujaban un mundo de color celeste, sin embargo apareció Iago Aspas para culminar una contra en el 77 y cuando el partido entraba en tiempo de prolongación apareció Pione Sisto para marcar de tiro cruzado, culminar la remontada y sacar al equipo vigués de la zona de descenso.

Óscar García Junyent apostó por una nueva vuelta a su idea. Le dio la alternativa a Smolov como nueve, tiró a la banda derecha a Iago Aspas y le entregó la izquierda a Brais, que pasó de la grada al campo. Y la idea pudo tener el partido allanado si Aspas acierta en una contra que el mismo provocó robando el balón en la salida del Sevilla, pero su disparo forzado y con la derecha salió a un palmo de la portería hispalense.

Aun así, con presión en el medio campo, con intensidad y con sentido del juego al primer toque parecía que el Celta tenía controlado al Sevilla, a todos menos a En-Nesyri, que avisó en dos ocasiones y marcó a la tercera. En un saque largo desde el área pequeña que se vio beneficiado con un error de Olaza en el control, lo que aprovechó el jugador marroquí para salir lanzado hacia la portería del Celta y marcar ante la salida de Rubén. Los dos protagonistas volvieron a coincidir tiempo después en otro mano a mano en donde el mosense salió ganador tapándole toda la portería al rival.

Entre medias de ambos lances un Celta tocado. Con balón pero sin llegada pero que pudo empatar en un remate de Rafinha que fue bloqueado o en sendos centros de Brais y Hugo Mallo a los que llegó Vaclik.

El segundo tiempo se movió entre la paciencia y la desesperación. Porque el Sevilla estuvo muy cómodo, entregándole el balón al rival pero negando al Celta los caminos del gol. Sin apenas pisar el área, la esperanza pasaba por las botas de un Pione Sisto valiente que puso a prueba al portero checo en dos ocasiones desde lejos. La primera con un tiro escorado que devolvió con los puños y la segunda blocando un disparo con intención.

La cosa todavía se complicó más cuando Lopetegui metió a Banega en el campo y el Sevilla, además de orden, tuvo criterio y comenzó a generar fútbol, pero el Celta no desistió y en una contra encontró esperanza. Sacó Rubén, Aspas tocó en medio campo para Okay, que desembocó su conducción en un balón para Rafinha y el hispabrasileño encontró el pasillo ideal para entregarle el balón al moañés, que tras regatear al Vaclik le quedó el campo justo para tirar a puerta y marcar con la ayuda de Diego Carlos.

El 1-1 dio paso a una locura de final, con los dos equipos muy largos y repartiendo golpes, y en ese intercambio ganó el más necesitado y el que tuvo más fe. Con el 90 en el electrónico, Santi Mina recuperó un balón, se lo entregó a Okay y Pione Sisto hizo el resto. Un disparo sublime con la izquierda que pegó en el palo largo y entró en la red para sacar al Celta de la zona roja.