Bradaric: «No me importaría seguir en el Celta tras la cesión»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

SERGIO REYES ROBLEDO

El jugador croata vive la cuarentena alejado de su mujer y su hijo, que tenían previsto volver a Vigo estos días

17 mar 2020 . Actualizado a las 11:26 h.

Filip Bradaric, uno de los refuerzos del Celta en el mercado de invierno que llegaron en calidad de cedidos al club vigués, ha hablado en la prensa croata acerca de cómo está viviendo esta etapa en Vigo, ahora marcada por el parón provocado por el coronavirus. También se refiere a este asunto y a cómo lo está llevando.

Cuenta el croata que al haber cesado los entrenamientos y haberse cerrado las instalaciones del club, se encuentra «en casa, entrenando, haciendo ejercicios» para mantenerse en forma según las instrucciones recibidas por el club. Añade que tiene «la esperanza de que todo pueda volver a la normalidad pronto».

La percepción de Bradaric sobre la crisis del coronavirus es que «toda España está abrumada por la preocupación y la incertidumbre». Incluso habla de un contagio que le llamó especialmente la atención. «Leí que la esposa del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, también estaba infectada. El coronavirus se está extendiendo y en Vigo han cerrado todos los cafés y restaurantes», relata.

Más allá de eso, describe Vigo como «una hermosa ciudad junto al mar, en el Atlántico». «No sé si es un destino tan turístico como Split (su ciudad de origen), aún no lo he explorado del todo porque llevo poco tiempo aquí, pero hay similitudes. Me gusta estar junto al mar, el pasear, las cafeterías, los restaurantes... Ahora todo está cerrado», constata.

Pero sin duda «lo más difícil» -subraya- para Bradaric es estar separado de su esposa, Melanie, y su hijo, Luka. «Deberían haber venido de vuelta ahora. Si estuviéramos juntos sería más fácil de llevar esta incertidumbre», señala. Pero se consuela pensando que al menos funcionan las comunicaciones. «Estamos continuamente en contacto. Conmigo está un amigo mío, entrenador personal, Marko Culic, que me ayuda en el cuidado del ejercicio y la dieta», revela.

En lo futbolístico, a nivel personal, el centrocampista dice estar «feliz» y cree haberlo «hecho bien» por el momento. «No jugué de inmediato. Estuve en el banquillo el primer partido, pero pronto debuté y luego más y más. Estoy bien, con seguridad. Solo falta poder volver a la vida normal lo antes posible», anhela.

Preguntado por el gran resultado en el Bernabéu (2-2) y su papel en ese encuentro, que según se le cuenta es considerado por algunos el mejor de su carrera, dice: «Es difícil decirlo, pero jugué bien, cubrí a los oponentes, dividí algunos balones. Ese punto nos dio alas y nos convenció de que podíamos mantenernos en La Liga. Mejoramos desde entonces la posición en la tabla».

Sobre el futuro y si se quedaría en el Celta, deja la puerta abierta: «No me importaría. Me siento a gusto en el club y la ciudad». Además, transmite sus buenos deseos para el Hajduk, su club de formación, que cree que «se levantará de nuevo».