Nolito, el fichaje de la esperanza

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

La lesión de Sergio permite al club realizar un fichaje para luchar por la salvación

19 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sonó durante todo el pasado verano sin llegar a concretarse pese a que su llegada parecía ser un secreto a voces. Pero ha sido casi un año después, y de manera inesperada, cuando se ha producido el regreso a Vigo de Nolito. La lesión de larga duración de Sergio Álvarez ha sido el salvoconducto para que el Celta se refuerce de cara a los nueve compromisos que tiene por delante para tratar de mantener la categoría. Firma hasta el 2022.

Fue alrededor de las 12.00 horas cuando el Sevilla hacía oficial el traspaso del futbolista, de quien su hasta ayer entrenador, Julen Lopetegui, admitió tras agradecerle su profesionalidad, que tenía la cabeza en Vigo. Minutos más tarde, el propio Celta confirmaba la incorporación del extremo, que ya defendió la camiseta celeste entre los años 2013 y 2016, los que calificó cuando alcanzó el final de esa etapa como «los mejores» de su carrera. «Soy y seré un celtista más», proclamaba en un vídeo publicado el 1 de julio del 2016. Ahora vuelve para pelear de nuevo por el equipo desde dentro.

En los cuatro años transcurridos desde su adiós, Nolito ha vivido más sinsabores que alegrías. Su paso por el Manchester City -club al que lo traspasó el Celta por los 18 millones que marcaba su cláusula- fue comparado con el de Aspas por el Liverpool, pues tampoco acabó de adaptarse y sus números fueron discretos. Incluso ese mismo verano, después de haber disfrutado con el celtismo de la previa del United-Celta de Europa League, se habló ya de su regreso. «Nolito se despide de mí diciéndome ‘prezi, guárdeme usted un sitio en el Celta’», confesaba Mouriño en una entrevista a La Voz en mayo del 2017. Pero era una operación muy complicada y recaló en el Sevilla.

En el conjunto hispalense se reencontró durante los primeros meses de aquel primer año con Berizzo. Fue su mejor temporada como sevillista, con 42 partidos y cinco goles, los mismos tantos que logró a la campaña siguiente y también en la actual, aunque con menos minutos. Este curso superaba los del año pasado y había intervenido con el Sevilla en 15 partidos, doce de ellos como titular. En esa última jornada, la visita al Levante, estuvo en el banquillo sin minutos, lo que convierte el Sevilla-Cluj de Europa League del 27 de febrero en su último partido hasta la fecha.

Lopetegui destacaba ayer su profesionalidad durante el tiempo que le ha tenido a sus órdenes, pero revelaba que aunque acababa contrato el 20 de junio «ya tenía la cabeza en otra alternativa», en referencia al Celta. «Le agradecemos su profesionalidad. Tiene sus circunstancias y le deseamos suerte en su nueva aventura», aseguró al tiempo que ponía el foco en que ha «dado mucho» al conjunto hispalense.

Una posición sin dueño

A Vigo llega para cubrir un perfil que no ha tenido un dueño claro desde su marcha. Theo Bongonda pareció en su día llamado a ser su sucesor e incluso aceptó ese rol, pero estuvo muy lejos de sus prestaciones. Pione Sisto también ha actuado en esa posición durante estos años, pero alternando luces y sombras y con más de una actuación decepcionante, incluido su último partido, ante el Villarreal el pasado sábado.

Se reencuentra Nolito con varios jugadores con los que coincidió en su momento, pero especialmente con Iago Aspas, amigo personal del moañés y uno de sus socios preferidos en el terreno de juego. Coincidieron en el Celta durante solo una temporada, la primera de la segunda etapa del moañés y a la vez última del gaditano. Fue la de la clasificación del equipo para Europa diez años después.

Ahora, Nolito sigue la estela de Denis Suárez, Rafinha, Pape y Santi Mina e inicia una segunda etapa en un Celta que persigue la salvación.