El redondelano realizará la pretemporada con el primer equipo a los 17 años
11 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La gran novedad entre los convocados para realizar la pretemporada con el primer equipo del Celta no es un desconocido para quienes siguen la base del club. Miguel Rodríguez Vidal, que en abril cumplió 17 años, lleva varias temporadas hinchándose a marcar goles en todas las categorías por las que ha ido pasando, siempre por delante de su edad. Hace un año, siendo cadete, empezó su primera pretemporada con el filial y acabó el verano entrenando ya a las órdenes de Fran Escribá. Ahora, Óscar García Junyent cuenta con él desde el principio de la preparación estival.
Rodríguez Vidal, nacido en Redondela y que llegó al Celta procedente del Choco, se suma a una exclusiva lista de canteranos del Celta reclamados para hacer la pretemporada con el primer equipo antes de haber cumplido la mayoría de edad. En ese sentido, el espejo en el que mirarse es Rubén Blanco, guardameta actual del equipo celeste que tenía su misma edad cuando fue citado por Paco Herrera en el verano del 2012. Nacido el 25 de julio de 1995, sopló las velas en plena preparación.
El mosense, como Miguel, es ejemplo de canterano que llamaba la atención desde niño. «Lo subimos a entrenar un día a los 14 años porque necesitábamos un portero para una pachanga (...). Paco Herrera me dijo que estaba loco», recordaba Patxi Villanueva hace unas semanas en una entrevista a Grada de Río. En el caso de Rubén, a diferencia con Miguel -que ha ido convocado sin llegar a jugar-, en aquel verano ya había debutado con el Celta B, pues Fonsi Valverde le había dado tres partidos y Pichi Lucas uno en un equipo donde los otros porteros eran Dituro y Queco Piña.
Otro caso lo va a tener Miguel como compañero de equipo esta temporada, es el capitán del filial, Diego Pampín. El lateral zurdo de Oleiros, nacido en el año 2000, tuvo su primera oportunidad de trabajar un verano con el primer equipo en el 2017 y, aunque no repitió al año siguiente, sí estuvo entre los elegidos el curso pasado y vuelve a repetir en el actual. Pampín fue en su día otro de los jugadores más llamativos de la cantera celeste, e internacional en las categorías inferiores de la selección española como el propio Miguel y como Rubén.
El defensa tampoco había jugado con el filial antes de esa pretemporada, sino que fue en 2017/2018 cuando lo hizo de la mano de Rubén Albés. Comenzó jugando, intervino ya en ese primer año en 23 partidos y, aunque tuvo lesiones que le frenaron, se ganó un puesto en el equipo. La historia se repitió al curso siguiente y ha sido este último donde se ha mostrado más irregular.
Los casos de Yelko y Adrián
Ya en el año 2013 fueron otros dos futbolistas de esa edad los que entraron en los planes de Luis Enrique, aunque sin tener luego éxito en el fútbol profesional. Yelko Pino, que ni siquiera tenía aún los 17 al haber nacido en octubre, apuntaba muy alto y era considerado un potencial futbolista de Primera División. Pero se quedó muy lejos. Sus posteriores ansias de formar parte del primer equipo le llevaron a una salida abrupta del club y su tope ha estado en Segunda, donde no se consolidó (18 partidos en dos clubes distintos). Llevaba un año en blanco antes de fichar por el Algeciras y en sus dos últimas temporadas jugando lo había hecho también en Segunda B.
El mismo año que Yelko hizo la pretemporada otro futbolista sin recorrido posterior en el fútbol profesional, Adrián Iglesias Moure. Internacional sub-16 con la selección española al igual que Pino, no llegó a debutar con el filial celeste, sino que fichó por el del Lugo y su techo fue Tercera con el Castro. La pasada campaña jugó con el Dubra en Preferente tras hacerlo en la misma categoría con As Pontes y Arzúa.