Pione Sisto deja el Celta tras cuatro años y libera una ficha

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Midtjylland pagará 2,3 millones y el club vigués se reserva un porcentaje

06 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pione Sisto puso punto y final ayer a cuatro temporadas en el Celta, que anunció su traspaso al Midtjylland, con lo que emprende el camino inverso al 2016, cuando llegó desde ese mismo club. Entonces, los vigueses pagaron seis millones de euros, mientras que ahora lo venden por menos de la mitad, 2,5, una cifra que se puede ver incrementada hasta los tres en función de variables. Dependerá de si disputa partidos de fase de grupos de Europa League durante su estancia, según BT. Su cláusula era de 40 millones y el Celta se reserva un porcentaje de una futura venta.

De esta manera, el Celta libera una ficha, algo que se había convertido en una necesidad ante la dificultad que estaba teniendo para deshacerse de los jugadores que no entran en los planes de Óscar. El danés se suma a la rescisión de contrato de Robert Mazan y a la cesión de Juan Hernández al Sabadell. Costas y Jozabed aún no se han incorporado a la pretemporada y tampoco cuentan, mientras que la salida del Toro no acaba de concretarse.

Sisto llegó a Copenhague en la noche del viernes y allí fue captado por el diario BT, que también le fotografió a su llegada a su siguiente destino, Herning, para pasar el reconocimiento médico. Contra lo que es habitual, el Celta fue el primero en oficializar la operación a las 13.00. El nuevo club de Pione se entrometió en el fichaje del jugador por el Copenhague, al que se iba a incorporar en su primer viaje, la semana anterior.

Según medios daneses, aunque las cifras que ofrecían ambos clubes eran similares para el Celta, el que más sale perdiendo es el jugador. Sin embargo, apuntan a que Pione se dejó llevar por el corazón para tomar esta decisión. Ya en el verano del 2019 él mismo reveló que había rechazado ofertas millonarias -algo confirmado por Mouriño- porque el dinero no era lo que le movía para dar este paso.

Su paso por Vigo

En su primera temporada en el Celta, la 2016/2018, Sisto disputó 49 partidos y marcó seis goles, todos ellos importantes. Contribuyó a las victorias en Liga frente a Espanyol, Barcelona, Valencia y Osasuna y anotó tanto en Balaídos como fuera en la eliminatoria de Europa League frente al Genk, de la que fue el héroe. En ese curso, el mejor como céltico, se coló en varios onces ideales, recibió uno de los premios de la afición a mejor jugador del mes y se fue haciendo un sitio en la selección absoluta de Dinamarca.

Su segunda campaña la saldó con seis goles en 36 partidos. De nuevo sus tantos sirvieron casi siempre para sumar y siguió dejando en líneas generales buenas sensaciones. Continuó como un fijo para Dinamarca y participó en el Mundial de Rusia, aunque este año confesaba que durante la disputa del mismo padeció una depresión. Pero siguió siendo un jugador importante. Comenzaban ya las enigmáticas publicaciones en Instagram, donde hizo referencia a que se sentía odiado en su país debido a sus malas actuaciones la selección.

En el curso 2018/2019, y pese a que en pretemporada Mohamed había comentado que contaba con él, la tercera campaña fue el inicio del ocaso de Pione. Comenzaba tras el verano en el que confesó haber sufrido una depresión y durante todo el curso dio la impresión de no pasar por buenos momentos. Su cifra de partidos se redujo a 27, con muchos menos minutos que los cursos anteriores y dos goles e incluso Cardoso cargó contra su actitud en un partido. Hacia final de temporada, confesaba que se había vuelto loco al intentar pasar 21 días alimentándose solo de fruta. Seguía en redes a varios autoproclamados expertos en salud alternativa y esoterismo y se hacía eco de sus consejos.

Ya en este último año, cayó en el ostracismo con Escribá -que le dio un toque de atención en público- y recuperó el protagonismo con Óscar, con el que luego también tendría un desencuentro, y marcó el gol del triunfo ante el Sevilla. Después, volvió a ser noticia por irse a Dinamarca durante el confinamiento sin permiso y ni siquiera conocimiento del club, a lo que se sumó como epílogo el culebrón de su fichaje por el Midtjylland.