Dos goles del moañés le dan el triunfo a los vigueses ante los valencianistas en el primer partido del curso en Balaídos

X. R. C.

Como la temporada pasada, el Celta sumó el primer triunfo de la temporada a costa del Valencia. Con dos goles de Iago Aspas y firmando un excelente arranque de partido. Los de Javi Gracia, de la mano de Maxi llegaron a equilibrar el partido pero los vigueses reaccionaron y solo les faltó la sentencia para vivir un final de partido más tranquilo, porque los ché empujaron en los casi ocho minutos de alargue.

El Celta, con tres novedades en el once y con un 4-4-2 como apuesta táctica, se estrenó en Balaídos con una excelente primera media hora de juego. Asumiendo todo el balón, jugando en campo contrario, dando una lección de movilidad de todas las piezas ofensivas y asfixiando al Valencia con su presión tras pérdida y creando ocasiones de gol.

Denis avisó con un tiro desde la frontal al minuto de juego, Emre Mor (que jugó como media punta por detrás de Iago Aspas) disparó flojo a renglón seguido y Aspas puso a prueba a Jaume. Era el preámbulo del gol celeste, que firmó Iago Aspas con una excelente definición superando incluso al portero rival pero que fabricó Nolito con un viaje al centro y superando a cuatro rivales que fueron incapaces de quitarle el balón. Ninguno de los dos celebró el tanto en primera instancia pero el VAR se encargó de ratificar el tanto.

Con el 1-0 la idea descarada de juego del Celta, en el que se estrenaban esta temporada Murillo, Beltrán y Denis, no decayó y Nolito puso a prueba a Jaume con una falta lateral y Beltrán provocó un córner desde la frontal.

A la media hora cambió el panorama. El Valencia asumió la necesidad de arriesgar, buscó el balón y envió al Celta a su propio campo, que estuvo más cerca del gol que su rival en una contra montada por Aspas y que acabó Emre Mor estrellando el balón en el lateral de la red.

Javi Gracia hizo dos cambios en el descanso y en la primera jugada el Valencia equilibró la contienda. Con asistencia de Wass y gol de Maxi Gómez rematando de primera a la red. Los dos excélticos golpeaban al equipo que les abrió las puertas en el fútbol español.

Y ese tanto le hizo daño. Durante unos minutos el conjunto vigués acusó el gol y el Valencia creyó en la remontada, hasta que Iago Aspas apareció 10 minutos después para marcar un gol magistral de falta directa. Nolito se jugó el tipo en el remate, cayó en la media luna y el moañés sacó a pasear una de sus especialidades marcando el segundo sin que Jaume se enterase por dónde iba el balón.

El 2-1 redobló la idea de juego del Celta, que combinando balón y contragolpe tuvo tres ocasiones claras para sentenciar. Primero Nolito erró en el uno contra uno ante el meta rival y después Brais y Baeza, dos de los hombres de refresco de Óscar, enviaron sendos balones al palo.

Al no llegar la sentencia el Celta acabó sufriendo. En parte porque las molestias de Tapia y Murillo obligaron al técnico a mover piezas y porque el Valencia tenía que pegar un último arreón. Lo hizo a base de colgar balones que llevaron peligro, aunque la mejor ocasión fue una falta directa botada por Maxi Gómez que sacó Iván Villar con una buena mano pegada al palo.