El Celta afronta una cita destacada en El Sadar con solo 61 horas de recuperación mientras Osasuna dispuso de 166 para preparar un duelo entre rivales directos
04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Según los gurús de la preparación física, el mayor cansancio tras un partido llega 48 horas después del mismo. Ese pico casi coincide con el tiempo total de recuperación que ha tenido el Celta para afrontar el partido ante un rival directo como Osasuna después de caer derrotado ante el Barcelona bien entrada la noche del jueves. Entre un partido y otro, a los celestes les han quedado 61 horas de margen, con el agravante de que el de hoy será el tercer encuentro de la semana, que nueve jugadores han repetido titularidad en los dos duelos anteriores y que Osasuna lleva esperando la cita con los vigueses siete días: de domingo a domingo, con un tiempo de recuperación de 166 horas para ser exactos.
Esta enorme diferencia de tiempo para preparar la contienda convierte la visita al Sadar en un reto mayúsculo a nivel físico para los celestes, que han dedicado los dos últimos días a mimar a los titulares ante el Barça y que han acentuado un poco más, no mucho, la carga de trabajo en aquellos jugadores con menos protagonismo que en teoría está llamados a recoger el relevo esta mañana.
El hándicap físico no solo puede condicionar el once (se esperan al menos cuatro caras nuevas con Araujo, Okay, Baeza y Nolito) sino incluso el dibujo, ya que los vigueses podrían apostar por una defensa de cinco para estar más arropados como ya hicieron ante el Osasuna, que juega con dos delanteros, en la visita de la liga pasada. Los navarros no podrán contar para la contienda con los ofensivos Marc Cardona, Darko y Roberto Torres, además del lesionado de larga duración Chimy Ávila.
El final de este maratón de principios de otoño llega antes del primer parón por selecciones de la temporada, un momento clave para pegar un primer acelerón y evitar que las dudas cubran el calendario de los próximos 15 días.
