Aficionados del Celta opinan sobre el entrenador y el director deportivo del equipo vigués
22 oct 2020 . Actualizado a las 21:35 h.Cuando se pregunta a los peñistas sobre Óscar García Junyent, varios coinciden en que sus estadísticas son «de cese», pero no significa que piensen que el club debe tomar esa decisión. «Seis vitorias en 32 partidos son números que non se sosteñen, pero o seu aval é que se ve actitude, xera fútbol e ocasións e o equipo está con el», razona Filipe Abalde, del Colectivo Nós.
Alberto Fraga (Irmandiños 1923), aunque reconoce también sus malas cifras, no cree que haya dado suficientes razones para un relevo. «A lo mejor no es el mejor entrenador del mundo, pero es que si viniera el mejor, igual tampoco conseguía que este Celta no pasara apuros», subraya. En la misma línea, Adrià Laborda (Blau Cel) indica que habría que plantearse «a quién pasar la patata caliente» en caso de destitución de Óscar, que le parece un buen entrenador con malos números debidos en parte a que «no tiene a donde agarrarse y no es que le sobren los cinco cambios, le sobran tres».
Begoña Vázquez, de Sempre co Celta, sí señala directamente a un técnico que nunca le ha gustado. «Lo veo sin sangre, sin espíritu, no transmite nada y hace cambios sin pies ni cabeza», expone al tiempo que reconoce que sí sería partidaria de un cambio en el banquillo. Óscar González (Hordas Celestes) coincide en que los resultados no le avalan, pero argumenta que «de lo que le prometieron, trajeron la mitad», por eso aboga por repartir culpas.
A la pregunta de si les convencieron las explicaciones de Miñambres, no hay respuestas afirmativas. Sigue chirriando que Mouriño hablara de cuatro fichajes y no llegara ninguno y el límite salarial no les sirve de justificación porque, afirman, no era una sorpresa, sino un factor que ya conocían, dice Laborda, y es algo que también ha afectado al resto de equipos.
A Fraga le parece que el límite salarial es un aspecto descoocido por parte de la afición y que hay que tener en cuenta, pero no cree que valga como pretexto en este caso. «No vale coger y decir ahora que por ese motivo nos hemos quedado con un palmo de narices. Si estamos así será porque se había confeccionado una plantila con carencias y se están pagando los pecados de años anteriores», analiza. Recuerda que no se marchó nadie «vital», sin contar a Rafinha que no era propiedad del club.
«Surrealismo» con Vadillo
El caso Vadillo ha levantado ampollas y nadie acierta a comprender lo ocurrido con el jugador, que llegó y se fue en el mismo mercado sin llegar a debutar. «Con ese tema ya entramos en el surrealismo. El entrenador diciendo que se lo ofrecieron y no lo quiso; el director deportivo diciendo que el entrenador lo sabía... Si no va a jugar no tiene sentido que se quede, pero tampoco se entiende que no se hayan puesto de acuerdo antes», indica Óscar González.
Begoña Vázquez también muestra su incomprensión y se pregunta por qué lo trajeron para luego mandarlo a otro equipo. «Tienen que plantearse que no pueden seguir trabajando así. El tiempo que se invirtió en estudiar el mercado y decidir traerlo fue perdido. Presumen de ser un club saneado y luego estamos como estamos», se queja la antiugua presidenta de la Federación de Peñas.
Para Abalde, el tema Vadillo fue «outra das lagoas ou nubarróns que deixou a rolda de prensa de Miñambres», que tampoco a él le convenció. «Non quedaron nada claras as posicións. Escapou como puido co do límite salarial e deixou moitas dúbidas sen resolver».