
La decisión de Óscar García de quitar el brazalete a Hugo Mallo, el futuro del técnico y la situación clasificatoria del Celta marca la visita de la Real Sociedad
01 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta está inmerso en un proceso de autodestrucción. Lejos de cerrar la caída libre de los dos últimos años, añade más tramas al sainete hasta convertir el momento actual en un drama. Los vigueses reciben esta tarde al que fue su clon algún día y lo hace en medio del incendio de la capitanía después de trascender el viernes por la noche que Óscar García le había retirado el brazalete a Hugo Mallo, un órdago de un entrenador cuyo futuro podría estar en juego en la cita ante el que fue líder hasta ayer. Y lo más importante, ante la Real Sociedad el Celta debe reaccionar después de ganar solo un punto de los últimos doce y estar al borde de los puestos de descenso.
Óscar García dio su explicación, a petición propia, en la rueda de prensa en diferido del sábado. El catalán apostó por una comisión que recogiese todas las tendencias que existen en el seno de la plantilla del Celta y Hugo Mallo no entró en esa ecuación en la que está Iago Aspas, que con Sergio y Rubén forman ahora el trío de capitanes, y a la que se unen Denis, Murillo, Nolito y Tapia.
Una argumentación que seguramente trata de calmar el fuego interno que marca el partido de esta tarde y su propio futuro. Porque un órdago de estas características necesita del respaldo de la cúpula. Otra historia es el hastío que existe en Vigo y en el celtismo de tanto cambio de entrenador. Una ruleta interminable que solo tapa el problema real estructural de la entidad.
Más allá del foco
Pero aunque el brazalete de Mallo y el futuro de Óscar acaparen el foco, no pueden tapar lo realmente importante que es el partido ante una Real Sociedad que visita Balaídos para recuperar el liderato que en la tarde de ayer le arrebató el Real Madrid.
En un partido con mucho de juicio todo indica que Óscar García incidirá en la idea del 5-3-2 con los mismos actores con probable novedad de Rubén Blanco en la portería, recuperando la titularidad 115 días después de caer lesionado, y con Fran Beltrán como claro candidato para dotar de más dinamismo el centro del campo, lo que implicaría el cambio de banda de Denis Suárez. Todo lo demás suena a incidir en la misma idea hasta que termine cuajando. Si le da tiempo antes de que el banquillo emita otra descarga como la de cada año por estas fechas.
El Celta necesita imprimir ritmo, tener acierto defensivo y gol, argumentos imprescindibles para tener alguna opción ante la Real Sociedad, un modelo de club y equipo para Óscar García. Tanto, que descarta que la Europa League le pueda pasar cansancio en Vigo debido al amplísimo fondo de armario de calidad con el que cuenta Imanol Alguacil, que tiene descartados para la contienda a los zagueros Aritz y Joseba Zaldua, lo que posibilitará la presencia en el once de Gorosabel y Sagnan. Un mal adversario para un día clave con música de fondo.