El Celta de Coudet presiona más alto y con las líneas más juntas, pero tiene las mismas carencias: facilidades defensivas, finalización y fondo de armario
23 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta del presente no es tan diferente, por el momento, del Celta del pasado. La escuadra de Eduardo Coudet subió la línea de presión en Sevilla mientras las fuerzas le acompañaron, y tuvo las líneas más juntas, pero sigue desangrándose en las dos áreas (no aprovechó la mayoría de las ocasiones en ataque y dio muchas facilidades en defensa) y tiene un serio problema con la falta de fondo de armario. Mientras el Sevilla metía dinamita en el campo, el Celta no agotaba los cambios.
POSICIONAMIENTO
Más diferencia en el papel que en el campo
El 4-1-3-2 fue una de las bombas de la llegada de Coudet al banquillo del Celta, pero salvo en el esperpéntico inicio de partido, la realidad táctica apuntó mucho más hacia el clásico 4-4-2 que al innovador sistema del Chacho. Porque Denis Suárez tardó un suspiro en dar un paso atrás y porque Brais y Nolito ajustaron su posición en las bandas. Eso sí, en el primer tiempo situando la zona defensiva casi a la altura del medio campo en muchos compases. A diferencia de la época anterior, las líneas estuvieron mucho más juntas. Falta por saber si el nuevo entrenador incidirá en la idea que traía de Sudamérica u opta por un dibujo más tradicional.
Presión
Alta en el primer tiempo, repliegue en el segundo
La presión alta se ha puesto de moda en todos los equipos y casi ninguno renuncia a ella. Óscar García la intentó implantar si éxito en sus nueve partidos y Coudet incidió en ella en el estreno, con el equipo posicionado en bloque alto en todo el primer tiempo. Eso le permitió recuperar el balón con facilidad durante algunas fases. En el segundo, quizás advirtiendo un cansancio que venía en camino, el equipo fue reculando hasta situarse en la frontal del área. Sin demasiadas diferencias con respecto al ciclo anterior. En total, el conjunto vigués recuperó 51 balones, tres más que el rival.
ATAQUE
Diez disparos a portería, en la media
Las llegadas al área rival no variaron en exceso. El Celta es uno de los equipos que más remates realiza y en el Sánchez Pizjuán probó fortuna en una decena de ocasiones, siete de ellas entre los tres palos. La principal diferencia estuvo en la claridad de las ocasiones, especialmente en el segundo tiempo. En esta oportunidad, faltó rematar la faena en claras opciones de Iago Aspas, Brais y Santi Mina. Uno de los datos novedosos fue que apareció remate desde la segunda línea: uno de Tapia, otro de Brais y el de Hugo Mallo, que estuvo muy cerca de coger portería.
Ataque por la derecha
El Celta aprovechó su flanco derecho para atacar. Por ahí movió el 41 % de su tráfico ofensivo con Hugo Mallo en posiciones muy avanzadas y con Brais Méndez participando del juego exterior pese a mantener su tendencia a meterse por dentro. Aspas y Santi Mina, los dos nombres de ataque, también participaron mucho más por ese costado, tal y como confirman los mapas de calor.
DEFENSA
Concedió 10 tiros entre los tres palos
El Celta es el equipo más goleado de la liga con 19 goles en contra en 10 partido (1,9 por cita) y en su primera comparecencia Coudet estuvo lejos de arreglar la vía de agua. El Sevilla no solo marcó cuatro goles (la mayor goleada recibida por los vigueses hasta el momento conjuntamente con el 1-4 de la Real), sino que fue capaz de disparar diez veces entre los tres palos. En-Nesyri lo hizo en tres ocasiones, una de ellas para hacer el 2-2. Además, el equipo concedió demasiado en las bandas, especialmente en su costado izquierdo, por donde el Sevilla creó el 42 % de su juego.
DESPLIEGUE FÍSICO
Una de las grandes preocupaciones
El gran debe en el primer partido del Chacho es el apartado físico. Al Celta no le alcanzó para mantener la intensidad y la presión alta a lo largo de los 90 minutos y en la recta final se hicieron visibles las imágenes de jugadores como Tapia o Murillo estirando sobre el césped. La apuesta por igualar el músculo del rival en el primer tiempo terminó por pasarles factura a los vigueses en el segundo. La capacidad física debe ser un aspecto a valorar por el cuerpo técnico entrante a la hora de establecer el plan de partido.
FONDO DE ARMARIO
Coudet no agotó los cambios, un dato a tener en cuenta
En su primer partido, el entrenador argentino dejó sin hacer dos de los cinco cambios que permite el reglamento en los tiempos de covid-19 e incluso la entrada de Miguel Rodríguez fue a última hora y con el partido virtualmente sentenciado para el Sevilla. Porque en el once, igual que hiciera Óscar García en su última cita, metió a todos los teóricos titulares, lo que significa quedarse sin una bala en la recámara. Coudet ya comienza experimentar en carne propia las estrecheces del plantel. Y queda más de un mes para el próximo mercado.
MENTALIDAD
Un cambio profundo
Al Celta se le notó con más confianza y más fuerte mentalmente, esa fue la principal diferencia con respecto al pasado. Un cambio del todo lógico que se sucede en la inmensa mayoría los equipos cuando se produce un relevo en el banquillo. El reto para el técnico argentino debe ser mantenerlo en el tiempo y tener claro que el efecto Coudet, como todos, tiene fecha de caducidad y debe darse prisa en aprovecharlo.
CON BALÓN
Denis Suárez, el que más pases dio: 56
Denis Suárez fue uno de los jugadores que más participación tuvo en el partido partiendo de una posición poco usual para él como el mediocentro. El de Salceda lideró el ránking de pases de los celestes con 56, siendo Hugo Mallo el segundo con seis menos. Fueron los únicos que superaron el medio centenar.
LOS RECURSOS
La vida sigue igual para la mayoría, salvo para Okay
Coudet sigue utilizando a los mismos jugadores que tenían minutos con Óscar García. En su debut no solo repitió el once, sino que dio luego metió en el campo a Araujo y Miguel Rodríguez. La única novedad sustancial fue la presencia en la recta final de Okay, que no entraba en los planes del catalán. Los canteranos sin ficha del primer equipo rebajaron su presencia.