El Celta debe ser un equipo eléctrico

José Luis Mosquera VIGO

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

23 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía imposible que el Celta ganase cuatro partidos seguidos y lo hizo. Está en una buena dinámica y ahora tiene un reto lleno de dificultad por delante en Getafe. El Alavés ya le complicó algo más que sus rivales anteriores la vida.

La apuesta por Brais en punta salió bien y marcó dos goles, pero uno no puede quedarse solo con el resultado y la sensación es que el de Mos no es un nueve como Santi. Mina, que estira los equipos mientras que Méndez los cierra más. Es un jugador de pelota y de juntarse, y a veces pecan de estar todos alrededor del balón y eso beneficia al rival a la hora de defender. Aunque están en buena onda y si son capaces de encontrar algún hueco, enseguida se incorpora gente de segunda línea como Hugo Mallo u Olaza por el otro lado.

Desde mi punto de vista, el Celta tiene que ser siempre un equipo eléctrico, no puede vivir en el orden con un ritmo lento y sobando el balón de un lado a otro, es un equipo que si está con la pelota horizontal muere y que si es capaz de hacer ataques rápidos, se ve beneficiado. Tiene que buscar partidos intensos, no jugar a defender porque no lo sabe hacer.

En estos momentos, el problema del Celta es el fondo de armario. Porque si para meter gente del banquillo ya tienes problemas, estos aumentan cuando tienes a un lesionado.

No es el Getafe del año pasado, el de las fechas previas al confinamiento en el que llegó a la excelencia como equipo, pero viene de ganar a su manera ante el Cádiz, porque son intensos y es difícil hacerles gol. Es un especialista del otro fútbol, lo hace francamente bien y si se ponen por delante en el marcador, saben cómo hacer daño a la contra y cómo ganar las guerrillas de cada disputa. Pero en estos momentos el Celta no debe centrarse en contrarrestar al rival, sino incidir en lo que te está funcionando.

Hay que tener en cuenta también que el Celta viaja a un campo maldito. No debería influir, pero en el fútbol tiene mucho que ver el tema mental y las tendencias y los estados anímicos influyen muchísimo.

Aunque yo a este tipo de situaciones siempre le pongo una frontera. Si el Celta sigue así, no se puede hablar de estado de ánimo, sino que hace algo que le está dando resultado.

¿Y el tema de buscar el quinto triunfo consecutivo? Debe ser un reto y una motivación, pero asumiendo que el Celta cada vez va a tener más dificultades. Hacerlo 19 años después sería entrar en la historia porque para cualquier equipo de Primera es un hito dificilísimo.