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El Celta ganó tres de los cinco últimos partidos en los que el moañés, que ya entrena con el grupo, regresó tras sanción o lesión; además, marcó cinco goles
27 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Que la vida del Celta con Iago Aspas en la cancha es otra completamente diferente es una obviedad, pero incluso sus retornos casi siempre son sinónimo de buenos resultados. La estadística dice que de las cinco últimas veces que el moañés volvió tras una lesión o sanción, el equipo ganó en tres. Además, él anotó cinco goles. Una esperanzadora noticia de cara al partido del domingo en Granada al que parece apuntarse el diez celeste después de entrenar ayer por primera vez con el grupo. Solo le falta el alta médica.
Eduardo Coudet avanzaba el domingo, después de empatar con el Eibar, que en el próximo partido contaría con su jugador diferencial -el de más talento que ha tenido nunca- y todo apunta en esa dirección. Tres semanas después de sufrir una rotura fibrilar de grado I en el bíceps femoral derecho (el 2 de enero en el partido frente al Real Madrid), el máximo goleador volvió a trabajar con el grupo según apunta el parte médico, en el que sigue apareciendo.
Si Aspas vuelve en Los Cármenes, un escenario conocido para él después de los sucesos del play off de ascenso del año 2011, el Celta tendrá más posibilidades de reencontrarse con la victoria cinco partidos después.
Lo dice la estadística. De los cinco últimos retornos (sin contar aquel puntual partido de Getafe del 2019), el efecto Aspas solo no reportó beneficios contables en junio pasado ante el Villarreal (0-1) en el partido de regreso tras el confinamiento, y en el Bernabéu (6-0) en la temporada 17/18, en la penúltima jornada, con Unzué en el banquillo y sin nada en juego (y entrando solo los nueve últimos minutos al campo). En el primero de los casos, el moañés no había jugado el partido anterior al cerrojazo por acumulación de amonestaciones y la reaparición ante el Real Madrid llegó después de tres encuentros parado por una lesión muscular. A la semana siguiente salió de inicio, marcó dos goles y el equipo cerró la liga con un 4-2 al Levante.
Las tres vueltas restantes se saldaron con victorias. En la retina de todos está el 3-2 al Villarreal en marzo del 2019 que marcó el inicio de A Nosa Reconquista. Aquel día, Iago volvió con dos goles y se marchó del campo llorando después de tanto sufrimiento durante los casi tres meses que estuvo parado tras su lesión en el Camp Nou el 22 de diciembre del 2018.
Pero en aquella misma época Iago también se perdió otro partido, en la jornada 32 por tarjetas ante el Atlético de Madrid, y reapareció en Balaídos ante el Girona marcando el primero de los dos goles de la victoria: 2-1. Aquel también fue un triunfo vital para la permanencia.
Un año antes, en el ejercicio 2017/2018, hizo lo mismo en Riazor. Aspas no había estado presente en la jornada anterior ante el Villarreal para cumplir ciclo de amonestaciones y regresó al once ante el Deportivo para marcar dos goles y liderar el triunfo: 1-3 habían firmado los de Juan Carlos Unzué en casa de su eterno rival.
Ahora le espera una nueva reválida en casa del vigués Diego Martínez. Un partido en donde el moañés debe confirmar antes de nada que está recuperado por completo y después intentar hacer buena la tradición de celebrar sus regresos con triunfos y con goles.
Su alta le permitirá a Coudet volver a ordenar la piezas de su puzle del modo que más le satisface. Con Aspas circulando a su antojo por todo el frente de ataque, con Santi Mina por delante y con la línea de tres medias puntas secundando sus movimientos y tapando todos sus huecos. En la primera vuelta ante los nazaríes Aspas brilló como asistente.