El mejor gol de la temporada

X. R. C. V

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El taconazo de Brais Méndez, que es el segundo centrocampista con más gol de Primera, confirma el talento y el crecimiento como goleador del mosense

07 feb 2022 . Actualizado a las 21:51 h.

Tres segundos pasaron entre el golpeo de Denis Suárez desde el banderín de córner y el balón entrando en el fondo de la portería de Dimitriesvski después del taconazo sublime de Brais Méndez (Mos, 1997), autor del gol de la temporada. La confirmación de un jugador con una calidad superlativa que a su don le unió, tras llegar al primer equipo, la capacidad de sacrificio defensivo y el gol, que no le acompañaron en sus primeros tiempos. Y el resultado fue cambiar los pitos de otros momentos en Balaídos por una ovación de época y la mirada de Luis Enrique con la posibilidad de una convocatoria mundialista en el horizonte del próximo otoño.

Brais no era un goleador. Cuando llegó al primer equipo, su mejor tarjeta de presentación eran los seis tantos que había anotado en el Celta B en el ejercicio 16/17. Con Juan Carlos Unzué en el banquillo, anotó su primer gol en Primera División, para empatar en el 93 en San Mamés, y a partir de ahí, comenzó a animarse hasta alcanzar los nueve goles del curso pasado, en donde firmó su primer doblete, jugando de nueve (una posición imposible para él hasta no hace mucho) ante el Alavés.

Ante el Rayo, el sábado cayó el segundo doblete en un partido, con un gol cargado de calidad y temple, el del 1-0, y con una obra de arte de tacón (el segundo) que ha dado la vuelta al planeta futbolístico. La «magia», como Franco Cervi resumió la jugada, comenzó en el banderín de córner, con Denis Suárez sacando al pico del área pequeña, un espacio que Brais Méndez adivinó antes que nadie para anticiparse a Isi —que le hacía la cobertura— y con toda la naturalidad del mundo, se inventó un taconazo de espaldas a portería que describió una parábola imposible para terminar en el fondo de la red vallecana. En menos de tres segundos.

Su gol de tacón se une a los conseguidos por el Toro Fernández (en la misma portería ante el Valencia) y Iago Aspas, y además, le convierte en el segundo centrocampista con más gol (13) de las dos últimas ligas por detrás del también internacional Carlos Soler (18).

Cargado de talento desde el primer día, el cambio de Brais Méndez ha sido radical y su mejora en sus dos grandes rémoras (defensa y gol), descomunal. También en el juego aéreo, de hecho, es uno de los célticos que mejor va por arriba. Al mosense se le tildaba de jugador frío, al que le costaba sujetar a su par, pero desde que Unzué le diera la alternativa en el Camp Nou en diciembre del 2017 para enfrentarse a muchos de los jugadores que coleccionaba en cromos siendo niño, el centrocampista demostró que estaba preparado para jugar en la élite, también en el aspecto defensivo.

Lo de goleador lo ha ido incorporando poco a poco hasta su eclosión el curso pasado. A día de hoy, es el tercer céltico en el ránking de la temporada por detrás de sus amigos Iago Aspas y Santi Mina. Entre los tres, suman 22 de los 28 tantos celestes.

Semejante rendimiento no ha pasado desapercibido para Luis Enrique, que le recuperó para la selección tres años después de su debut, con gol, ante Bosnia y en el último semestre fue internacional en tres ocasiones, dos ante Suecia y otra ante Georgia en el grupo de clasificación para el Mundial. Brais sabe que en marzo habrá una ventana importante y el 23 celeste quiere hacer méritos para ser uno de los elegidos. «El Mundial es un sueño y mientras exista alguna posibilidad, haremos todo lo posible por poder ir. Ojalá podamos estar en las quinielas», aseguró después del partido del sábado.

Además, y con ayuda psicológica, ha demostrado tener una mentalidad de hierro. Dos años atrás, en mayo del 2019 (su primero curso como jugador del primer equipo a todos los efectos), y ante el mismo rival, Brais se marchó del césped de Balaídos en medio de silbidos. Aquello requirió un paso por el diván. «Trabajar con un psicólogo deportivo me fue espectacular. Entré en un bache y la cabeza no para», comentó en una charla en el canal de Twitch, Jijantes FC. Mano de santo, porque ahora con hechos y goles se ha metido al celtismo en el bolsillo. «Da gusto cuando la afición nos lleva en volandas. Es todo más fácil, más sencillo y ojalá siempre sea así», sentenció con una sonrisa. Con dos años más de contrato tras su última renovación en el 2020, quizás la cúpula celeste tenga que ir pensando en una ampliación exprés.