El capitán del Celta B, que jugó 60 minutos con molestias, agradeció el apoyo de la afición tras vestir la camiseta celeste por última vez
29 may 2022 . Actualizado a las 09:49 h.El capitán del Celta B, Diego Pampín, atendió a la Radio Galega nada más disputar su último partido con el equipo vigués. Reveló que tenía molestias en la rodilla desde el minuto 20, pese a lo cual no pidió el cambio. «Espero hacerme el lunes una prueba y no creo que sea grave. Igual es un esguince pequeñito y espero aprovechar las vacaciones para recuperar bien», indicó.
En cuanto al hecho de haberse quedado fuera del play-off, dijo que explica con que «es fútbol». «Igual no estábamos lo suficientemente preparados para este partido, puede ser», planteó. Diferenció entre una primera mitad «muy buena con muchas ocasiones», pero precisó que fue «el típico partido en el que ves que que no entra, te atascas más, llega el descanso y entran las dudas». Asume que «así es el fútbol, ves que te vas a meter y en el 94 hay un gol en otro partido y te quedas».
Explicó Pampín que en el descuento, cuando él estaba ya en el banquillo, estaban animando a los compañeros, diciéndoles que estaban metidos. Pero llegó el jarro de agua fría del gol del Rayo Majadahonda. «Vemos que queda uno y medio y en las notificaciones del móvil, el gol del Majadahonda. La cara que se te queda no es agradable», admitió. Tenía presente que con una victoria en las tres últimas jornadas se habrían metido. «Te quedas fuera, pero si no te metes es porque realmente, no lo mereces. Podíamos haber hecho más», reconoció.
En cualquier caso, el capitán señala que «ha sido un año difícil, pero bonito, con gente que ha crecido mucho y nos quedamos con eso, que es importante». No imaginaban estar arriba «peleando por todo» y cree que hay que valorarlo. «Al final, te caes, pero estamos contentos y cuando pase este calentón de todas las emociones acumuladas, lo veremos seguro con otros ojos», señala. A su juicio, ha sido «un año precioso tanto a nivel individual como colectivo» y deben aprender de lo courrido.
En lo personal, admite que desde Navidades fue «una montaña rusa», pero agradeció que hubo gente dentro del vestuario que le ayudó mucho a seguir. «Ha sido un año notable, rozando el sobresaliente, creo yo. Hay que aprender, descansas y esperar que vengan cosas bonitas. Me quedan muchos años», comentó a sus 22. Es de dominio público que no seguirá en el Celta, algo que él mismo confirmo a La Voz en la previa, pero asegura no saber aún cuál será su destino.
Preguntado por un mensaje para la afición, respondió: «Les diría que lo más importante es el club. Los capitanes pasan, los jugadores pasan. No todos se pueden quedar y ser importantes en el club. Que disfruten de la gente que se queda y que sigan animando, que aprovechen los años en Primera y la gente que está explotando», dijo en relación a sus compañeros que sí entran en los planes del primer equipo. También agradeció «el apoyo de la gente, desde Barreiro en todos los partidos y en las redes, sobre todo este año y el anterior».
