LA VOZ
El Celta lanzó ayer su esperada campaña de abonados, bajo el lema Fagamos Historia y muy aplaudida en líneas generales por la afición celeste. El objetivo de la misma es recuperar la unión entre la afición y el club y volver a atraer a aquellos que se habían bajado del barco en los últimos años. El responsable del área social, Raúl Rivas, incidió en que la prioridad, más allá de los números, es «recuperar el clima social y mejorar la asistencia».
De los datos ofrecidos se deduce, de hecho, que el club podrá tener un máximo que rondaría los 15.000 abonados. Porque confirmó que el aforo del estadio está actualmente alrededor de los 18.200 asientos disponibles y que se reservará entre un 15 y un 20 % de ese total para entradas a la venta. «La idea es no ocupar todo con abonados, porque el universo celtista es más amplio. Hay gente que no puede pagar un abono o que vive lejos y quiere venir a algún partido», indicó antes de dar el porcentaje reservado.