Pluriempleados de fin de semana

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

Gabri Veiga, Carlos, Miguel Rodríguez y Coke, que habían estado el viernes en Montilivi, fueron titulares con el filial y escenificaron el cambio de tendencia

29 ago 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

El Celta B escenificó el cambio de tendencia en el primer partido oficial. Gabri Veiga y Carlos Domínguez tuvieron minutos el viernes en Girona y el domingo fueron titulares con el filial ante el Sanse. Miguel Rodríguez y Coke Carrillo estuvieron en el banquillo de Montilivi y completaron el partido de Barreiro. Y Fran López vio los dos partidos desde la banda vestido de corto y esperando su oportunidad. Además, Eduardo Coudet se dejó ver en el campo de Lavadores, algo del todo inusual.

«Estamos encantados de poder contar con ellos, nos dan un plus. Es positivo para ellos, que así tienen más minutos durante el fin de semana», comento Claudio Giráldez, que ya había entrenado en la cantera a los tres que fueron titulares. «Creo que positivo para el club y para nosotros», dijo el entrenador del Celta B.

En el retorno del filial a los orígenes, ayuda la fluida relación entre los dos entrenadores. «Voy conversando con él para que todo sea lo más cercano posible y que los jugadores estén con una pared muy fina que tengan que derribar para llegar al primer equipo», explica Giráldez.

Por ejemplo, en esta primera semana de competición, los jugadores que están en dinámica del primer equipo trabajaron el sábado con el filial para preparar el partido de la mejor manera. En el caso de Carlos, por ejemplo, porque el Celta B juega con tres centrales y el primer equipo, con dos. «Es importante estar arriba y abajo. Yo, lo que mande el club. Estoy a su disposición», comentó el central vigués.

Los cuatro jugadores que alternaron deberían marcar las diferencias, aunque en esta ocasión no tuviese correspondencia en el marcador. Coke Carrillo, el portero, realizó al menos tres paradas de mérito; Gabri Veiga fue la manija en el centro del campo y Miguel Rodríguez fue el arma más desequilibrante del conjunto vigués.

Además, Claudio Giráldez dosificó los esfuerzos en la medida de lo posible. Gabri había jugado una intensa media hora en Montilivi y con independencia del momento de partido del filial, fue relevado a falta de 20 minutos. Los otros, menos exigidos, sí que disputaron los 90.

La escenificación de los nuevos tiempos tuvo el añadido de contar con un actor principal en las gradas: el entrenador del primer equipo. «La presencia del míster es buena para todos, que les vea en directo, que vea cómo están, qué están haciendo bien y qué están haciendo mal», comentó el técnico del filial. Los jugadores también agradecieron el gesto de Coudet, a quien se le ha cuestionado en alguna ocasión la reducida presencia de canteranos, más allá de los clásicos, en el campo, aunque Gabri Veiga está siendo un habitual jugando todos los partidos.

En esencia, y sin olvidar el frente competitivo, el Celta B vuelve a ser un vivero de jugadores. «Este equipo es de más cantera y eso nos viene bien a nosotros. Cuantos más canteranos arriba, mejor para el grupo», sentenció Carlos Domínguez. El próximo fin de semana se puede repetir la historia al jugar de nuevo el primer equipo a viernes.