Más de 14.000 espectadores acudieron al partido entre Celta y Osasuna
06 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Balaídos parecía acoger ayer un partido más. El ambiente de un día cualquiera, pero con un técnico nuevo, Carlos Carvalhal, que nada más bajar del autobús saludaba a los aficionados presentes y recibía su primera ovación. Durante el calentamiento, se echaba de menos el ritual de Eduardo Coudet de los suplentes haciendo pasillo y animando a los titulares. Aparte de que entre esos suplentes había más nombres propios del B que de costumbre, la otra gran novedad.
La segunda ovación para Carvalhal llegó cuando se le presentó como técnico tras dar las alineaciones. Pero Eduardo Coudet iba a recibir un último gesto de cariño por parte del celtismo tras haber sido destituido entre semanas. La convocatoria que había surgido durante la semana en redes sociales tuvo su reflejo en el estadio. A los 23 minutos, momento elegido por ser el dorsal que lució el argentino en su fugaz etapa como futbolista del conjunto vigués, en la grada de animación se sacó una pancarta donde se podía leer «grazas, Chacho». Y de esa misma zona partieron los aplausos y el característico cántico de «y ya lo ven, es el equipo de Coudet», que acompañó el resto del estadio como reconocimiento al que había sido técnico del equipo en los últimos dos años.
Pocos minutos después, y tras encajar el equipo el segundo gol, le tocaba a Carlos Mouriño, pero en sentido inverso. En las mismas zonas se fraguó un «Mouriño, vete ya», que tuvo bastante eco y que se pudo escuchar con claridad. Tanto en ese momento como ya al final del encuentro. Algún aficionado respondía con la misma contundencia: «Poñede vós os cartos».
La entrada superó los 14.000 espectadores por cuarta vez este curso. El club confirmó poco antes del inicio del encuentro que se habían vendido todas las entradas disponibles, algo que se viene repitiendo con asiduidad en la mayoría de los encuentros dado el escaso aforo disponible.