
El capitán revolucionó el partido con una asistencia, un taconazo y un recital de juego que cambió por completo la cara del Celta en el Bernabéu
05 may 2025 . Actualizado a las 09:13 h.Minuto 76, 3-1 en el marcador. Claudio Giráldez mete en el campo a Iago Aspas y 20 segundos después, en la primera ocasión que entra en contacto con el balón, dibuja un pase perfecto al espacio para que Williot Swedberg marque el 3-2 superando la salida de Courtois. La jugada fue la tarjeta de presentación de los deliciosos veinte minutos que Iago firmó en el césped del Bernabéu.
Porque aunque al final el Real Madrid salvó el resultado, el moañés cambió por completo el partido, convirtiendo un día plácido para el cuadro de Ancelotti en un ejercicio de supervivencia en la recta final de la contienda. Y si a Williot le dio un gol en su primer contacto con el esférico, en el segundo se inventó un taconazo en el medio del campo que aclaró por completo la jugada para Pablo Durán, aunque al final no pudiera superar a Courtois porque el balón decidió dar la vuelta (por el efecto que cogió cuando tocó en el portero) cuando iba camino de la red.
Lo de Iago Aspas es...
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) May 4, 2025
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También tuvo el capitán celeste una buena ocasión en una combinación en el balcón del área que acabó con un tiro con la zurda al que llegó el portero belga. En este caso le salió demasiado centrado. Además, dio 19 pases y entró en contacto con el balón en 21 ocasiones.
Pero más allá de las asistencia y el disparo, está su influencia en el juego, que fue descomunal. Partiendo de la banda derecha, Iago se asoció una y otra vez con sus compañeros, apareciendo en el balcón del área una y otra vez y superando casi siempre a su marcador. Al 10 solo le faltó la guinda del gol o, al menos, de poder celebrar un empate. Fue de largo su mejor actuación en los últimos tiempos en una época en casi siempre entra desde el banquillo. Ayer, para demostrar la cuerda que tiene.