El fichaje del verano ya conoce el método Giráldez, tuvo dos semanas de puesta a punto y ante el Girona debe proseguir el camino iniciado ante el Villarreal
14 sep 2025 . Actualizado a las 12:22 h.Bryan Zaragoza tiene la etiqueta de fichaje del año en el Celta. En realidad, el extremo andaluz es un cedido, pero también una apuesta de futuro con cláusula en mano. Y de presente, porque el menudo jugador debe ser pieza clave en partidos señalados, como el de esta sobremesa, porque su equipo no debe dilatar por más tiempo la primera victoria de la temporada, y además, en Balaídos, donde han volado siete de los nueve puntos disputados.
El fichaje de Bryan se coció a fuego lento, en un forcejeo con el Bayern por las cláusulas del contrato, que finalmente tienen claro color celeste (undécima posición colectiva y 60 % de los minutos jugados para la obligación de compra, nada fácil con Claudio). Ese retardo, también pospuso su puesta a punto física y táctica en un fútbol tan complejo como el de Giráldez.
El internacional comenzó tibio, con apenas un par de detalles en el pobre partido coral ante el Getafe, no puso buena cara cuando su entrenador lo mandó saltar al campo para un minuto en Son Moix, pero en la última contienda antes del parón, frente al Villarreal, tuvo su primera titularidad y en una hora de juego comenzó a mostrar su catálogo balompédico: velocidad, uno contra uno y cada vez mayor asociación con sus compañeros del frente de ataque celeste.
«Tenemos muy buenas sensaciones con él, ha trabajado muy bien. Hizo muy buenos minutos en su primer partido de inicio», comentó el entrenador sobre el malagueño, al que considera «un jugador determinante en el plano ofensivo que trabaja cada vez mejor en lo defensivo», pero dejando claro que «tiene que seguir completándose», ya que la exigencia de los jugadores del frente de ataque en la biblia de Claudio es máxima: «Con los de arriba seguramente sea donde más exigencia planteamos en lo físico. Van a tener (él y los demás delanteros) roles de entrar y salir porque así lo entendemos y porque casi nunca los jugadores de arriba completan los 90 minutos por la exigencia física defensiva y por los desmarques de ruptura».
Bryan Zaragoza dispuso de los últimos 15 días para completar la puesta a punto y hoy es seria opción para formar parte del once ante un rival, que como el Celta, deja jugar y, además, concede espacios por su forma de entender el fútbol. A priori un buen adversario para que el malagueño explote sus virtudes.
A favor de su candidatura al once también juega que Swedberg, su rival natural por el puesto de delantero por el costado izquierdo, fue el único internacional céltico en la ventana de septiembre y llegó el miércoles a Vigo, lo que en teoría le resta puntos para salir de inicio. Hugo Álvarez podría ser el otro candidato.
La temporada pasada, en su cesión en el Osasuna, Bryan Zaragoza terminó participando en 27 partidos de liga con 22 titularidades, unas cifras que en Vigo deben ser su norte si pretende alimentar el sueño de volver a la selección y estar en el próximo Mundial. El primer paso para conseguirlo es brillar en el Celta. Desde hoy, ante un rival con pasado reciente en la Champions, pero que llega a Balaídos sin puntos y en el sótano de la clasificación, pero con un equipo muy reforzado.