Los 4.200 kilómetros por carretera de dos peñistas de Embruxo Celeste para arropar al Celta

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Fernando y Franciso han hecho en coche el trayecto entre Vilagarcía y Stuttgart

25 sep 2025 . Actualizado a las 14:47 h.

Fernando Rodríguez y Francisco Villaronga, miembros de la peña de Vilagarcía Embruxo Celeste, estarán en Stuttgart tras recorrer en coche el trayecto que separa su localidad de la que será escenario del debut europeo de su equipo, el Celta. El motivo está claro: ahorrarse los precios prohibitivos de los billetes de avión. «Cuando solicitamos la entrada, estábamos esperando a ver las ofertas que hacían tanto al agencia del Celta como tras opciones y vimos que salía por un ojo de la cara», cuenta desde el coche el copiloto de ese viaje, Fernando.

Vieron posibilidades, echaron cuentas y concluyeron que les salía «mucho más barato» optar por la carretera, como acabaron haciendo. «Además, vamos a pasar el fin de semana en Stuttgart, aprovechando para ver el museo de Mercedes y que empieza el Oktoberfest», detalla. La opción más barata que habían visto les salía por 680 euros con ida y vuelta el mismo día, y con su alternativa calculan que no llega a 500 euros, sumando cinco noches de hotel al gasto en gasolina.

La parte negativa es la paliza del viaje, pero asegura que lo llevan bien. «Los dos estamos acostumbrados a andar mucho en coche y no nos parece tanto», asegura. Y pone el ejemplo de que este verano fue con su familia a Marsella y Mónaco y también fueron en coche. «Si el coche es cómodo, y haciendo paradas estratégicas, no se hace tan pesado», valora. Y eso que no se turnan para conducir, sino que el dueño es quien hace todo el recorrido. «Su coche es ecológico y más moderno, nos decidimos por el suyo por si nos encontrábamos restricciones de movilidad», plantea.

Cuenta que se han encontrado mucho tráfico de camiones y que han tenido que hacer algún cambio sobre la ruta que habían previsto -en concreto, por encontrarse cerrada la carretera de Limoges-, pero todo marcha con normalidad. Escuchando música variada y también comentando lo que les espera. «Somos optimistas, porque si vas con la idea de que vas a perder, te quedas en casa. Vamos con la idea de que vamos a ganar, pero sabiendo que es un reto complicado porque son un buen equipo», apunta.

Tienen un tercer amigo que comparte pasión celtista que no se pudo sumar por cuestiones laborales, mientras que ellos aprovechan su disponibilidad en es aspecto. Desde el resto de su entorno, no faltaron algunos comentarios de que están locos por emprender esta aventura. «La familia nos lo dijo bastante, pero es una experiencia más que nos va a quedar. Sabemos que no todo el mundo se anima a algo así, pero aquí estamos», señala.

El camino de ida lo iniciaron con toda la ilusión y no hay dudad de que una victoria ayudaría para el de vuelta, pero tiene claro que el fastidio sería momentáneo y que pronto pensarían en lo siguiente. «El mundo sigue y habrá otro partido que se ha de ganar, tarde o temprano», afirma. Si puede ser este jueves, mejor que mejor. Y si el equipo avanza y toca un rival con una distancia asumible por carretera, no descartan repetir. «Portugal sería perfecto», anhela. Antes, de que se abra esa posibilidad, quedan ocho partidos, empezando por Stuttgart, que ya les espera.