El celtismo que debuta en Europa

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Ángel Danis, con la bufanda de A Tapa Celeste, y sus acompañantes en el viaje.
Ángel Danis, con la bufanda de A Tapa Celeste, y sus acompañantes en el viaje. CEDIDA

Aficionados cuentan cómo viven su primer desplazamiento continental

25 sep 2025 . Actualizado a las 23:18 h.

La ausencia del Celta en competición europea en las últimas ocho temporadas facilita que sean muchos los celtistas que van a vivir estos días su primer desplazamiento europeo. Algunos, porque ni habían nacido; otros, porque eran niños o muy jóvenes y el resto, porque otras circunstancias económicas o laborales se lo impidieron entonces y ahora sí les permiten vivir esa experiencia. Algunos de ellos cuentan cómo viven esta primera vez con su equipo en la Europa League lejos de Balaídos.

«Se o prezo era razoable, tiña claro estar nos catro partidos de visitantes»

Jacobo García es uno de los 60 integrantes de Carcamäns que van a estar en Stuttgart. «A última vez que o Celta xogou en Europa, eu tiña 13 anos. Daquela, só puiden asistir a o Celta-Genk de cuartos de final», cuenta. De aquella participación tiene el recuerdo de «un sentimento especial xeral polo Celta», compartido por los que son «sempre celestes», entre los que se incluye, y los que «só o son cando as cousas van ben», pero «sendo un neno, todo era cor de rosa», se sincera sobre su visión de niño de aquella época.

Fue un par de años más tarde, en el 2019, cuando ya comenzó a ir a Balaídos asiduamente y empezó a sumarle desplazamientos. «Estiven en Cornellá, Vilarreal, Vitoria, Bernabéu, Leganés, Pamplona, Pizjuán e Villamarín, Sardinero e Salamanca, en Copa, e algún que outro mais», repasa. Y tenía claro que «se o prezo era razoable, tiña que estar nos catro partidos de visitante do Celta en fase de liguilla, e quen sabe a onde chegar deportivamente, e o que o peto deixe», apunta.

De momento, se dispone a emprender este primer viaje «coa ilusión de ver ao Celta en Europa, pero coa mision de traer tres puntos», comenta. Tiene presente que el primer triunfo liguero aún no ha llegado y plantea a ese respecto: «Se somos presentistas, cinco puntos en seis partidos non é o desexado, pero as sensacións son boas e o xogo merece mais, falta que empecen a entrar os goles e que caia algunha moeda de cara».

Aquel niño con recuerdos vagos del EuroCelta 2016/2017 es ahora un autónomo, lo que le ha facilitado la disponibilidad para hacer este viaje: «Os autónomos non temos horarios, nin para ben nin para mal! Certo é que ao ser entre semana, trastoca a programación semanal, pero son catro xornadas nas que viaxar por Europa que non pasa todos os anos», sostiene. Lo sabe bien él, que lleva una larga espera hasta vivir esta experiencia.

 

«Pedro estivo en Ámsterdam con dous anos, pero non puido ir ao campo»

Álex Costas, de Centolos Celestes, ya tiene experiencia en viajes europeos pero, si todo va bien, el de este jueves será el primer partido que viva en un estadio extranjero con su hijo, Pedro, de diez años, que no puede estar más emocionado ante esta aventura que vivirán en familia. «Pedro estivo en Ámsterdam con dous aniños, pero por problemas de saúde, non puidera estar no estadio», recuerda su padre.

Ahora, si ningún imprevisto de última hora lo impide -después de haber tenido que solventar ya el problema de la cancelación del primer viaje que habían contratado- podrán disfrutarlo juntos. «Disfrutar de partidos europeos fóra da casa penso que é unha experiencia inolvidable que vai quedar na súa retina para sempre», ahonda.

Pedro, por su padre, está feliz y es optimista. «El di que imos gañar 0-2 Eu penso que o imos pasar ben, porque a idea de viaxar sempre é bonita e de ver ao Celta, tamén, así que cando se cumpren as dúas premisas á vez, imaxínate, súper ilusionado que está».

«Conozco lo que pasó en Old Trafford por vídeos»

Diego Vilariño Guerra tiene 16 años y apenas guarda recuerdos del anterior EuroCelta, pero se ha ido empapando de aquella temporada 2016/2017. «Empecé a ser fan a los trece o así. No me acuerdo de lo que pasó en Old Trafford, pero me enteré luego, viendo vídeos en YouTube y a través de los medios», explica. En los últimos años, tenía la ilusión de ver al equipo en Europa ya siendo consciente de ello. «El equipo lo merece, porque juega muy bien, y también me gustaría que Iago Aspas gane un título antes de retirarse», dice este miembro de la peña Le-Chuzas Celestes.

Fue su padre quien le propuso que fueran a Stuttgart, sabiendo de antemano la ilusión que le hacía. «Claramente, me apetecía mucho. Me gusta el fútbol por la tele, pero en directo es otra cosa. Tengo muchísimas ganas y también nervios, demasiados», confiesa este celtista que viaja vía Oporto con su progenitor y que se estrenó como visitante en Getafe, donde se consiguió la clasificación el pasado mayo.

No oculta Vilariño que ve «difícil conseguir un triunfo en Europa sin haberlo conquistado aún en liga, pero confianza hay siempre», asegura. Y se deshace en elogios con el Celta de Claudio Giráldez: «Me encanta cómo lo está haciendo, las oportunidades que les da a los canteranos y su juego. Nos salvó el primer año y nos llevó a Europa. Ahora, está costando, pero queda mucha liga».

Xurxo Abal, que enlanzará dos desplazamientos consecutivos, el domingo en Vallecas.
Xurxo Abal, que enlanzará dos desplazamientos consecutivos, el domingo en Vallecas.

«Lembro a envexa ao ver os vídeos da xente en Manchester, pero non había tempo nin cartos»

Hace nueve años, Xurxo Abal tenía 18 y estudiaba segundo curso de Bachillerato, «cousa que non facilitou ir a ver ao Celta en Europa», recuerda. El último partido al que tuvo ocasión de ir en el municipal vigués fue el Celta-Genk. «Fora un partidazo, lémbrome moi ben. Deume moita pena e rabia non poder asistir ao encontro da semifinal na casa, xa que tiña examen final de galego ao dia seguinte… E acórdome de ver os vídeos da xente en Manchester, o cal me causou moita envexa de poder estar alí, pero non había nin tempo nin cartos!», se sincera.

Su oportunidad ha llegado ahora, y lo vive «con moita emoción, ilusión e moitas ganas de poder acompañar ao equipo no primeiro partido de regreso a Europa», expresa añadiendo su deseo de «acadar esa desexada vitoria que estase a resistir!». Por su parte, estaba decidido que quería acudir en concreto al debut a domicilio y le ha salido bien. «Grazas a situacións co meu traballo, puiden asisitir ao partido de Vallecas e marchar ao día seguinte para Stuttgart».

No fue sencillo buscar vuelos y combinaciones «co pouco tempo de planificación» del que dispusieron y «sen que saíse por un ollo da cara», pero destaca que, al final, consiguieron ser 60 integrantes de Carcamäns, peña celtista a la que pertenece, en Alemania. «Cada un vai pola sua conta. Eu, por exemplo, collín un tren de Madrid a Xirona, e desde ali, o voo a un aeroportop róximo á cidade de Baden-Baden», detalla.

Abal no esconde su sueño de «chegar á final en Turquía e gañala». «Eu creo que temos moi bo equipo e que temos moitas posibilidades. Non me preocupa non ter gañado aínda, xa que estamos a xogar moi ben e a facer un bó fútbol, eu confío que chegará este xoves esa gran vitoria e dende aí, enlazar moitos triunfos!» pronostica.

«Non quería volver arrepentirme de non viaxarr»

Ángel Danis tiene 47 años y en la anterior participación europea del Celta no llegó a desplazarse, aunque sí barajó esa opción. «Arrepentinme un montón. Pero tiña outras circunstancias, nenos pequenos… Logo, pesoume», admite. Por eso, esta vez lo tuvo claro. «Malia as dificultades que houbo para organizar a viaxe, porque foi bastante complicado, decidín ir porque non quería volver arrepentirme», afirma.

Se decidió por Alemania por verlo como el viaje «máis sinxelo» dentro de un calendario «malísimo a nivel de desprazamentos». Este miembro de A Tapa Celeste viaja con otro compañero suyo de Arcade, haciendo escala tanto a la ida como a la vuelta. «Os dous estamos nunha situación parecida, tiñamos a espiña cravada. Ademais, anquela época pensabas que tiñamos un equipazo e que non se ía tardar tantos anos en volver». Ahora, admite, la perspectiva ha cambiado, también con la visión que da la edad, y tiene mucha más conciencia de que estas ocasiones son «excepcionais». «Non sabemos se volveremos pisar Europa no futuro, así que imos ver que pasa», razona.

Danis vive las horas previas con una tranquilidad poco usual en él, confiesa. «Son optimista, e iso que normalmente son bastante pesimista por natureza. Penso que imos competir e que non o imos facer mal», indica. Y recuerda que la competición doméstica es «outra historia», poniendo el ejemplo de un Real Madrid que «gañou 50.000 Champions dando pena en liga». Además, no es ese el caso de un «Celta de canteira» del que se siente muy orgulloso. «É o que levamos desexando moito tempo».

Rubén Alonso, Palomo, y su pareja, María Teresa Babío, en Balaídos.
Rubén Alonso, Palomo, y su pareja, María Teresa Babío, en Balaídos.

«Vi el partido del Shakhar con un alumno en el bar de al lado de la academia donde teníamos clase»

Rubén Alonso, Palomo, integrante de A Tapa Celeste, tenía 40 años en la anterior participación europea, pero sus obligaciones laborales imposibilitaron su presencia en partidos a domicilio. «Cuando fue el partido contra el Shakhtar en su estadio, tenía a esa hora que dar una clase individual en la academia donde trabajo. Al final mi alumno tenía tantas ganas de ver el partido como yo y fuimos a verlo a un bar de al lado», revela este músico profesional y profesor de música. No es su única anécdota de esta temporada: «En la academia tenemos a un profesor inglés aficionado del Manchester United y fue a Balaídos a ver el partido contra el Celta. Al día siguiente, si las miradas matasen nuestro compañero estaría criando malvas», cuenta divertido.

En cuanto a su presencia en Stuttgart, tenía claro desde que salió el sorteo que quería ir con su pareja. «Tan pronto se concretaron las fechas, ya nos pusimos a ver los vuelos. Hacemos Oporto-Barcelona, Barcelona-Stuttgart para volver desde Baden Baden a Oporto el lunes siguiente. Estaremos cuatro días haciendo turismo por el sur de Alemania. Ya que se hace el viaje, se aprovecha para ver un poco de mundo», detalla. Además de disfrutar durante el partido del «ambiente impresionante» del estadio alemán, del que se hizo idea viendo su partido del viernes ante el St. Pauli por televisión. «Estamos seguros de que será una experiencia inolvidable sea cual sea el resultado, aunque no concibo la derrota», desliza.

Aunque el Celta aún no haya ganado, Alonso ve «buenos mimbres para dar un golpe en la mesa y empezar a carburar», algo que tiene la esperanza de que suceda en Stuttgart. «Esta temporada va a ser muy larga y habrá muchos partidos, con lo que habrá que dosificar mucho las fuerzas, pero creo que en Europa se pasará la fase de grupos como mínimo y todo lo que venga después, bienvenido sea». Ve esta participación como «un premio a esta apuesta por el talento joven de la casa» que les ha llevado a estar donde están, a un «momento dulce» de a historia del club.