Giráldez: «La rabia de cambiar la imagen y volver a ser nosotros es más poderosa que cualquier otra variable»
GRADA DE RÍO
El técnico del Celta admite que necesitan una victoria para recuperar su juego y dice quieren disfrutar de Europa, pero como más lo hacen es ganando
01 oct 2025 . Actualizado a las 14:48 h.El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, ha incidido en la previa de recibir al PAOK en que «nadie tiene más ilusión» que los vigueses por afrontar este partido, aunque los griegos cuenten con más experiencia continental. «Tenemos la rabia de cambiar la imagen que hemos dado en estos dos partidos, las ganas de volver a ser nosotros mismos y creo eso es más poderosos que cualquier otra variable», señala el preparador celeste.
El porriñés transmite que están tranquilos, pero también fastidiados. «Queremos ganar y sabemos que no hemos estado a nuestro nivel. Tenemos confianza máxima en que vamos a cambiar la dinámica y necesitamos una victoria para recuperar nuestro juego. No han salido las cosas como queríamos seguramente por un exceso de responsabilidad», señala incidiendo en la idea que ya había expresado tras el duelo de Elche.Considera que es positivo que llegue pronto otro partido, con independencia de la competición. «Cuanto antes, mejor en este momento para tener buenas sensaciones y recobrar el fútbol que nos va a llevar a los resultados. Nuestra manera de jugar hace que estemos más cerca de ganar cuando somos nosotros mismos».
Del mismo modo, sostiene que cuando no están saliendo las cosas, es importante permanecer «juntos, unidos, remar en la misma dirección para competir también». «Y qué mejor que en Europa, queremos disfrutar, pero que no se malinterprete, como más disfrutamos es ganando y queremos ganar», enfatiza. Partiendo de que prefieren hacerlo dominando los partidos, también repite que tiene argumentos para competir cuando no son capaces de lograr ese dominio. «No podemos atenazarnos. Tenemos recursos para hacer daño contra pares -como se les han planteado los últimos partidos-, sabiendo que queremos tener el control y la posesión».
Giráldez cree que tanto ellos como el PAOK son «equipos delante con talento para dominar, que quieren imponerse desde el balón». «Sabemos la calidad en último tercio y en la construcción del PAOK. Tenemos que estar valientes, atrevidos, monopolizar la pelota y ser certeros en la presión en avanzado para imponernos». Insiste en mostrar su total confianza a sus futbolistas y también a su afición como arma importante de cara a esta cita. «Ojalá seamos nosotros los que cambiemos la dinámica», añade.
No cree que sea su momento más complejo en el primer equipo, sino que considera que se dio en su primera temporada, cuando cogió el testigo de Benítez. «Era más complicado cuando faltaban 6-7 jornadas y perdimos contra el Alavés dando bastante peor imagen con poco tiempo para reaccionar». Recuerda que quedan 31 partidos de liga, un mínimo de siete de Europa y la Copa. «Es un momento en que no estamos haciendo las cosas bien, como tuvimos en el mes de enero el año pasado, y creo que tenemos que tener la misma confianza en estos jugadores, que se lo han ganado», reivindica. Dice sentirse igual de orgulloso de sus jugadores que cuando ganaban, así como «contento de tener un vestuario tan unido para superarlo juntos».
En cuando a la confianza que Marián Mouriño le mostró públicamente este martes, responde que también se la hace llegar en privado. «La presidenta me muestra la confianza en el día a día. Evidentemente, tenemos que mejorar nuestros resultados, que es por lo que vamos a ser juzgados siempre y lo asumimos. También asumimos que lo que hacemos, antes gustaba mucho y ahora gusta menos porque estamos perdiendo. Yo sigo haciendo lo mismo y lo voy a seguir haciendo».
Pide tranquilidad, calma y confianza y lanza un mensaje: «Todos queremos jugadores de casa, jóvenes, baratos, buenos chavales, que jueguen bien y ganen, pero no siempre es fácil», recordando que muchos debutan en competición europea. Y hace un símil: «Estábamos en una fiesta, la música no está sonando y se han encendido las luces. Tenemos que mantenernos dentro del bar; volveremos a poner la música y a apagar las luces».