El Celta busca su primer triunfo para no convertirse el equipo celeste que más tardó en ganar y Aspas puede quedarse solo en el ránking de partidos
19 oct 2025 . Actualizado a las 09:39 h.El Celta-Real Sociedad de este domingo en Balaídos puede ser el partido de los récords, para bien y para mal. Si Iago Aspas juega un solo minuto se convertirá en el único jugador de la historia que ha disputado 534 partidos con la camiseta celeste, pero si el equipo del moañés no gana, entrará en la historia como el único que no fue capaz de vencer en los nueve primeros partidos de una temporada en Primera División. Seguro que el capitán prefiere postergar su récord individual y celebrar que quedan a la par del Celta del 56, el que más tardó en ganar y lo hizo en la novena entrega. «Ya te digo que Iago firma no salir a jugar y que ganemos», espetó el entrenador en su comparecencia previa.
En los tiempos modernos, desde los cincuenta del siglo anterior, el Celta nunca había tardado tanto en ganar. «Ansiedad no es la palabra, pero queremos que lleguen las victorias cuanto antes», admitió Claudio Giráldez, convencido de que el triunfo en la Europa League le hizo mucho bien al equipo en el aspecto mental. El entrenador sigue poniendo el foco en el proceso, pero reconoce: «Necesitamos ganar y queremos ganar».
Los vigueses llegan a una contienda vital tras dos semanas de rearme y después de haber firmado, según el entrenador, un excelente ciclo de entrenamiento. «Ojalá podamos darle a todo el mundo la primera victoria, creo que nos lo merecemos». Celta y Real Sociedad aparecen en una situación comprometida y en Balaídos ponen en juego un lugar en la zona de descenso a la conclusión de la novena jornada.
El otro récord que se vislumbra en clave celeste reviste sentido positivo. En el duelo ante el Atlético de Madrid, Iago Aspas igualó los 533 partidos que disputó Manolo Rodríguez como jugador del Celta y hoy tiene la oportunidad de ser el único que ha vestido de celeste en partido oficial en 534 partidos. Curiosamente, Claudio Giráldez no contó con el atacante en ninguno de los dos encuentros del curso pasado: en el primero estaba tocado y en el segundo era una jornada intersemanal en martes.
El técnico tiene claro que si Iago supiera que con su ausencia el Celta iba a ganar por fin en liga, sería el primero en no ponerse. «Es anecdótico», dice Giráldez sobre su ausencia del curso pasado, pero sin dar pistas a si hoy será uno de los elegidos para medirse a una Real Sociedad que llega a Vigo sin Kubo, pero con un inmenso potencial, especialmente en el centro del campo. El curso pasado, al Celta le salió el partido perfecto. Hoy, lo necesita.