Deberes para cerrar el año en Balaídos

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Iago Aspas, en el Bernabéu, donde el Celta firmó un triunfo debe suponer todo un estímulo para las citas de la semana.
Iago Aspas, en el Bernabéu, donde el Celta firmó un triunfo debe suponer todo un estímulo para las citas de la semana. ALEJANDRO MATIAS

Encarrilar la clasificación europea y ganar al noveno intento en casa en liga, los desafíos para un Celta que puede mejorar la primera vuelta de la 24/25

10 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Impulsado por la ola del triunfo en el Bernabéu, el Celta cierra el telón por el 2025 como local por partida y reto dobles. El jueves necesita certificar su presencia en la segunda fase de la Europa League, y para eso tiene que derrotar al Bolonia, de la Serie A, y el domingo, acabar con la cuenta pendiente de no haber ganado todavía como local en liga después de ocho partidos disputados. El rival será el Athletic Club, séptimo clasificado y con cuatro de margen sobre un equipo vigués que tiene un punto más que la temporada pasada a estas alturas y que está en condiciones de superar los 24 que lucía a la conclusión de la primera vuelta. Un triunfo sobre los vizcaínos abriría las puertas a los vigueses de meterse en la lucha continental.

El Bolonia es el equipo que ahora debe centrar el foco. Los italianos, que marchan como un tiro en su liga, en la que son quintos por detrás de la nobleza transalpina, llegarán a Vigo con un punto menos que los nueve que el Celta en la competición continental. Fuera de casa, hasta la fecha, han jugado dos partidos: el primero perdieron por 1-0 en Londres con el Aston Villa y en el segundo, ganaron en Rumanía al Steaua: 1-2. En toda la competición, no han encajado más de un gol por partido.

El Celta, por su parte, ganó los dos partidos de casa, ante el PAOK y el Niza, y si es capaz de enlazar un tercer triunfo como local, tendrá virtualmente asegurada la ronda de play off, abriéndosele de nuevo las puertas a entrar en el top-8, lo que dejaría en evidencia la predicción de la LFP, que aventuró que los vigueses serían el 28 de los 34 participantes.

Cuatro días después, el partido con el Athletic debe estar marcado en rojo a todos los niveles, porque el Celta no se puede permitir una jornada más seguir sin ganar como local. Por el momento, en ocho partidos, acumula cinco empates y tres derrotas, las dos últimas, seguidas, ante el Barcelona y el Espanyol, y los vigueses ya igualaron su peor racha de siempre. Con Rafa Benítez ganaron al noveno intento, también en diciembre, ante el Granada con el taconazo de Strand Larsen. Vencer al Athletic sería encadenar por segunda vez este curso dos triunfos en liga, ya que el precedente anterior habla de dos victorias a domicilio: El Sadar y el Ciutat de Valencia.

Curiosamente, en un año de tanto ajetreo de partidos, tiene mérito que el Celta se mantenga a flote teniendo su granero a domicilio, pues como visitante ha cosechado 14 de los 19 puntos. Los de Giráldez enlazan cuatro encuentros ganados lejos de Vigo y en el último fin de semana competitivo del año buscarán la quinta en Oviedo.

Mejorar la primera vuelta

Esos excelentes registros como visitante ponen al Celta en disposición de mejorar los números de la pasada temporada en el ecuador. Hace algo menos de un año, los vigueses completaron la primera vuelta con 24 puntos y ahora tienen cuatro partidos por delante (doce puntos) para superar esas cifras, que significarían tener más de media salvación.

Todo, en una temporada en la que ya acumulan 23 partidos oficiales en tres competiciones diferentes en las que sigue vivo el equipo camino de superar el paso del ecuador del curso, un dato que recuerda Claudio Giráldez cada vez que tiene ocasión. Cuando lleguen al receso navideño, serán 27 contiendas en poco más de tres meses. Un reto a todos los niveles.