La polémica que rodea a «Confederate», la nueva serie de los productores de «Juego de Tronos»
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En un clima de alarma y tensión por lo vivido en Charlottesville, Virginia, muchos temen al controvertido proyecto de HBO que podría ser un detonante de nacionalismos y evocaciones al pasado
16 ago 2017 . Actualizado a las 16:51 h.David Benioff y D.B. Weiss trabajan junto a HBO en un nuevo proyecto que pretende convertirse en un éxito de la televisión: Confederate. Su producción comenzará tras el final de la octava y última temporada de Juego de tronos, que se emitirá en 2018 o 2019. Pero a pesar de que todavía queda mucho para que nazca, ya hay polémica a su alrededor y se ha topado con una campaña en su contra.
La nueva serie situará la trama en un universo distópico en el que los estados sureños, los confederados, logran separarse de la Unión, los estados del norte. Con todo lo que este presente alternativo y alterado conlleva.
La producción narrará los eventos que llevarían a una tercera guerra civil americana entre estas dos naciones, considerando la primera la guerra de Independencia de los Estados Unidos y la segunda la guerra de Secesión, en la que los sureños resultarían vencedores.
En esta nueva nación la esclavitud no solo sigue siendo legal, sino que se ha convertido en una institución moderna y bien regulada. Combatientes por la libertad, cazadores de esclavos, políticos, abolicionistas, periodistas, ejecutivos de un conglomerado esclavista y familiares de esclavos se enfrentarán en Confederate. La historia seguirá los pasos de un amplio repertorio de personajes a ambos lados de la zona desmilitarizada Mason-Dixon, frontera histórica entre los estados esclavistas y los abolicionistas.
Los responsables de la serie explicaron que la idea es presentar una serie sobre una historia alternativa con trasfondo de ciencia ficción, aprovechando el género para abordar cómo las consecuencias de la guerra civil todavía siguen marcando a la sociedad estadounidense hoy en día.
La controversia
Con un gran debate racista abierto ahora mismo en Estados Unidos por los violentos disturbios acontecidos en Charlottesville en los que neonazis se manifestaron a favor de la supremacía blanca bajo el lema «Unir a la derecha», y tras las posteriores y polémicas declaraciones de su presidente Donald Trump, la nueva serie preocupa a muchos por lo que pueda suscitar, reflejar o influenciar en la gente. No quieren ver una serie que explore la esclavitud de ningún modo.
Varios escritores se posicionaron en contra del desarrollo de la serie. Uno de ellos, fue el periodista Ta-Nehisi Coates que el 4 de agosto publicaba en The Atlantic: «Los afroamericanos no necesitan que la ciencia ficción, o cualquier otro tipo de ficción, les diga que la historia sigue con nosotros. Está en la puerta de nuestras casas. Está en nuestras políticas. Está en nuestras cadenas de televisión».
Bajo el hashtag #NoConfederate y como idea de la activista April Reign surgió una campaña que busca la cancelación del proyecto. Dicha campaña logró ser tendencia a nivel mundial en Twitter.
«Este domingo, durante Juego de Tronos, les pedimos pararse junto a nosotros. Queremos mandar un mensaje a HBO con el hashtag #NoConfederate. Ya sea si twitteas en directo o no, por favor usa el hashtag en todos tus tuits entre las 9 y las 10 pm. ¡Hagamos que sea tendencia!», publicó Reign.
Con todo este escenario en el país americano y después de varios días de críticas, HBO quiso defenderse y emitió el siguiente comunicado:
«Tenemos un gran respeto por el diálogo y la preocupación que se están expresando sobre Confederate. Tenemos fe en que Nichelle, Dan, David y Malcolm se acercarán a este tema con cuidado y sensibilidad. El proyecto está aún en su infancia y esperamos que la gente guarde sus valoraciones hasta que haya algo para ver».
El presidente de programación de HBO, Casey Bloys, defiende que podría ser una oportunidad real de avanzar en la discusión racial en Estados Unidos: «Si puedes trazar una línea entre lo que estamos viendo en el país con la supresión del voto, encarcelaciones masivas, falta de acceso a la educación pública y la sanidad, y trazar la línea hacia nuestro pasado e historia común, es una línea importante a trazar, y una conversación que merece la pena tener. Existe un alto grado de dificultad, pero es un riesgo que merece la pena correr» dijo.
Censura previa
La serie todavía no se ha empezado a hacer, pero ya ha sido castigada, y la polémica está servida. A los creadores les protege la libertad de expresión, pero las redes sociales parecen tener un poder represor. Parte de la controversia es una especie de justicia paralela, ajena a las leyes, que exige que se condene al sospechoso sin pruebas. Algunos ven aquí la poscensura o censura contemporánea, un fenómeno nuevo y peligroso que funciona como censura previa.
Quienes ya se han postulado en contra de la serie, por considerar que será ofensiva o por que pueda incluir contenidos delicados, está claro que ejercerán una vigilancia detallada. La serie será vista con lupa y cualquier mensaje punzante, cualquier exceso, podrá incendiar las redes. Si sus directores tenían la intención de utilizar un lenguaje determinado o ser satíricos e irónicos, por ejemplo, ¿se comedirán ahora y cambiarán aspectos por quienes piden que se cancele una serie que todavía no han visto?