El programa de Telecinco «Mi casa es la tuya» junta a Manuel Díaz y a Julio Benítez meses después de que la justicia dictaminara que son hermanos
16 ene 2018 . Actualizado a las 10:16 h.Bertín Osborne ha logrado lo que nadie hasta el momento: reunir a dos de los hijos de El Cordobés en el programa de televisión Mi casa es la tuya. La parte más morbosa es ver el reencuentro entre Manuel Díaz, que desde hace años se proclamaba como hijo no reconocido del torero, junto a su hijo menor, Julio Benítez, ambos dedicados al toreo en la actualidad. Porque la lucha de Manuel Díaz porque su padre reconociese su paternidad terminaba hace más de un año, cuando un juzgado hacía público que el ADN de Manuel Díaz y el de Manuel Benítez El Cordobés coincidía al 99,9 %, y por lo tanto era más que probable que fuesen hijo y padre. Aunque Manuel Díaz intentó evitar a toda costa que el proceso terminase en los tribunales, la negativa del torero a reconocerle como hijo hizo que emprendiese una batalla judicial que terminó ganando. «A veces los genes te juegan una mala pasada... Cosas de la vida. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Yo estoy en el mío. ¿Y tú?», le preguntaba en aquel momento Manuel Díaz a su padre. Y justo cuando se conocía esta resolución, el matrimonio de más de 50 años entre Manuel Benítez y su mujer, Martina Fraysse, con la que tiene cinco hijos, Maribel, Manuel María, Rafael, Martina y Julio, se terminaba.
Durante más de año y medio Manuel Díaz El Cordobés ha seguido con su día a día, con sus entrenamientos, dedicado al toreo y rodeado de su familia, su mujer Virgina Troconis, los dos hijos que tiene con ella y también contando con el apoyo de su hija mayor, Alba y de su madre, la diseñadora Vicky Martin Berrocal, que hace unos meses hablaba abiertamente de Manuel Díaz y su batalla legal para lograr ser reconocido por su padre. «Por lo que he conocido al Benítez, creo que ha habido una lucha ahí, y espero que el tiempo me de la razón, y que yo creo que hay un pedazo de tío ahí metido, dentro de sus locuras y de sus arrebatos. Cuando uno cumple edad es como muy cabezota, pero yo creo que lo podemos ablandar», explicaba a Chance refiriéndose a la negativa de Manuel Benítez de reconocer que un juez le había dado la razón a su hijo. El secreto a voces que parecía ser en el mundo del toro la paternidad no reconocida de Manuel Benítez a su hijo Manuel Díaz, que también usa el nombre que popularizó su padre, El Cordobés, lo confirmaba otro extorero, Sebastián Palomo Linares, que aseguraba que «Manuel Benítez siempre reconoció a Manuel Díaz porque es su hijo».
Poco después de conocerse el dictamen judicial, se produjo uno de los momentos más esperados: Manuel Díaz y Julio Benítez toreaban juntos en la localidad cordobesa de Palma del Río, en una corrida rodeada de expectación y morbo para todos los que querían ver a los dos hijos toreros de El Cordobés en la plaza. «Torear con mi hermano me ha aportado mucha paz, tranquilidad y alegría», explicaba Julio Benítez. Porque los hermanos han ido trabajando poco a poco una relación hasta hacía muy poco totalmente inexistente, pero que ellos han querido comenzar una vez que todo se había resuelto en los tribunales, tal y como han ido mostrando en las redes sociales.
Desde ese primer encuentro en Palma del Río, los dos hermanos han toreado en infinidad de ocasiones juntos:
A pesar de la diferencia de edad, Manuel Díaz tiene 49 años y Julio Benítez 32, y lo distintas que fueron sus vidas, los dos hermanos han ido forjando poco a poco una relación de cariño. Manuel Díaz El Cordobés creció sabiendo quién era su padre, pero con la falta de una figura paterna en su vida. Hace más de dos años ya acudía al programa de Bertín Osborne para repasar su vida, pero en este caso cuando aún se emitía en TVE. «Todo esto no ha sido un trauma aunque los niños que nos hemos criado en mi situación tenemos muchas ausencias. Y las notas ahora, te das cuenta cuando tu estás con tus hijos y estás a su lado. Un saber que existimos, hay. Pero es muy duro, tío. Es muy complicado. A mí nunca se me oculto mi verdad. Se me dijo para que creciera con ella y me echara para delante con eso», explicaba. Manuel Díaz El Cordobés siente especial devoción por su madre y por todo lo que tuvo que pasar tras quedarse embarazada de su hijo. «Tu escuchas las historias de mi madre y son tremendas. Mi abuelo la puso en la calle por el embarazo y mi abuela sufrió mucho. Eran otros tiempos. De todas formas, mi abuelo luego era devoción conmigo», recordaba emocionado.
Por su parte Julio Benítez vivió en un entorno familiar más o menos estable, rodeado del cariño de sus padres y sus hermanos. Probablemente fue consciente desde siempre, pese a la protección familiar, que había alguien ahí fuera que reclamaba ser sangre de su sangre. Pero por respecto a su familia, se mantuvo al margen, hasta que la justicia le dio la razón a Manuel Díaz tras años de llamadas de atención a Manuel Benítez El Cordobés.
Los dos hermanos recuperan a hora el tiempo perdido tanto dentro como fuera de la plaza, y así lo muestran en las redes sociales, donde se dedican cariñosos mensajes.
Manuel Díaz El Cordobés, mucho más que un torero
Manuel Díaz El Cordobés adoptó el apodo que inicialmente llevaba su padre cuando aún la justicia no le había dado la razón, pero desde su alternativa, allá por el año 1993 de la mano de Curro Romero, no ha dejado de llenar plazas. Tiene un respeto y un cariño inmenso hacia muchas de las figuras del toreo más longevas, y a Paquirri le une una anécdota especial, ya que Manuel Díaz estaba en Pozoblanco el fatídico día en el que el toro Avispado truncó los sueños y la vida de Paquirri. Pese a presenciar la tragedia, ni eso le alejó de las plazas, pero probablemente de este respeto por el malogrado matador, se explique en parte la amistad que con los años le une a sus hijos, en especial a Francisco Rivera.
Pero no solo de toreo vive Manuel Díaz El Cordobés. Tras separarse de Vicky Martin Berrocal, se casó con Virgina Troconis y las dos familias tienen una relación idílica, donde el respeto y el cariño están por encima de todo. A parte de torear, Manuel Díaz El Cordobés siempre ha sido un torero muy mediático que ha sabido enfocar su carrera también a los medios de comunicación, participando en varios programas de televisión donde siempre ha demostrado su carácter afable y buen humor.
En MasterChef Celebrity, donde él y su esposa participaron en la primera edición, se mostraron como un matrimonio bien avenido. A priori eran dos de los concursantes que sonaban un poco raros. Eran matrimonio, pero debían concursar separados. Él, que este año ha conseguido que la justicia (que no su padre) le reconozca como hijo legítimo, ha llenado desde hace años páginas de revistas del corazón, primero con la reclamación pública de que se le reconociese la paternidad del torero, más tarde con su boda y posterior separación de Vicky Martín Berrocal y desde hace más de una década con su segunda boda con Virginia Troconis. En su paso por el programa los dos se han revelado como buenos cocineros, aunque algunos momentos de sobreprotección del torero a su mujer han sacado su lado más machista y retrógado, lo que ha empañado un tanto su buena imagen. Sorprendió a los telespectadores, sobretodo a sus detractores por su profesión, cuando sintió pena por tener que matar a un bogavante. Y quedó como un auténtico tramposo y además mal compañero cuando como capitán del equipo que formaba junto a Loles León y Fernando Tejero se pasó más tiempo mirando lo que hacían los del equipo contrario, donde iban su mujer, Cayetana y Miguel Ángel, que ayudando y dirigiendo a sus compañeros. Por ello, a pesar de ganar la prueba, fue a la eliminación y allí terminó colgando el delantal. Eso sí, finalmente argumentó que era parte de su estrategia para que Virginia lograse quedarse en MasterChef Celebrity. Pese a sus explicaciones ya había creado un tremendo mal rollo con sus compañeros y en la prueba de eliminación dejó claro que había hecho el plato mal para que su mujer continuase.
Y su última polémica, aunque de forma involuntaria, la protagonizó hace apenas unas semanas, cuando después de que Canal Sur anunciase que sería el encargado de dar las campanadas, miles de personas recogieron firmas para que el canal autonómico le sustituyese, alegando que no querían que las diese un torero.