PERFIL
02 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Cuando el general Radislav Krstic compareció ante los fiscales del Tribunal Internacional de La Haya intentó negar su participación en la masacre de Srebrenica con una mentira. Primero dijo que había sido nombrado comandante del Cuerpo Drina el 21 de julio de 1995 y que no sabía nada de las masacres. Después admitió que había sido informado de ellas, pero que no pudo hacer nada para impedirlas. Y terminó culpando al general Ratko Mladic de ser el único responsable del peor crimen cometido en Bosnia. Su amigo y protector, Radovan Karadzic, sin embargo, lo felicitó y calificó su carrera como una «leyenda», similar a la de Mladic. «Hemos hecho una leyenda de Mladic, pero también tenemos otros generales que pueden ser destacados, como el general Krstic, que ha planificado la acción que yo autoricé para Srebrenica», dijo Karadzic ante las cámaras de la televisión serbobosnia. El 11 de julio de 1995, el Cuerpo Drina ocupó Srebrenica, protegida por cascos azules holandeses. Dos días más tarde, el general Krstic fue nombrado comandante en jefe del Cuerpo Drina y, como tal, supervisó la masacre de los prisioneros musulmanes. Radislav Krstic era un oficial del Ejército yugoslavo sin futuro. En el invierno de 1992, cuando estalló la guerra en Bosnia se alistó en el nuevo Ejército serbobosnio para combatir contra los musulmanes y croatas. En tres años llegó a la cúpula del nuevo Ejército y, cuando fue detenido en diciembre de 1998, era comandante en jefe del V Cuerpo del Ejército de la República Serbia de Bosnia.