Karadzic y Mladic, los ausentes

La Voz

INTERNACIONAL

SAVA RADOVANOVIC

11 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Los calabozos de Scheveningen están ocupados por cuarenta presuntos criminales de guerra. Pero en ninguno de ellos se encuentran los ejecutores de los planes de Milosevic de crear una Gran Serbia: Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic. Miles de veces se ha especulado con la captura del político y el militar, pero han sido sólo eso, especulaciones. Desde el 11 de julio de 1996 pende sobre la cabeza del neuropsiquiatra montenegrino Radovan Karadzic, de 57 años, una orden de arresto internacional. Se supone que se esconde en la frontera entre Bosnia y Yugoslavia custodiado por una numerosa y bien armada guardia personal. La semana pasada, la revista serbia Svedok publicó unas declaraciones de Karadzic en las que éste asegura que EE UU le protege. Según sus palabras, «Richard Holbrooke (el mediador estadounidense) me ofreció la protección de EE UU contra La Haya a cambio de que me retirara de la política, como acabé haciendo (en 1997); yo cumplí mi parte del acuerdo». Al general Ratko Mladic se le conoce como el hombre que vació el enclave musulmán de Srebrenica de sus 30.000 habitantes. También desde 1997 la cabeza de este militar duro y ávido de gloria tiene precio. El pasado viernes, Del Ponte acusó al presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, de ser «el principal obstáculo» para la captura de Mladic, tras afirmar que La Haya conoce su domicilio exacto en Belgrado. Los apuros de la fiscal vienen porque los testimonios de Mladic y Karadzic son vitales para probar los cargos contra Milosevic.