La defensa de Sharon del plan de paz causa revuelo en su Gobierno
INTERNACIONAL
La presión norteamericana ejercida sobre Ariel Sharon desde hace meses comienza a dar sus frutos. El primer ministro israelí, conocido en el pasado como el carnicero por su implacable lucha contra los palestinos, parece decidido desde hace días a pasar a la historia por ser el auténtico valedor de la paz en Oriente Medio. Algunos analistas interpretan su particular metamorfosis como un regreso a las raíces pragmáticas que marcaron su juventud dentro del partido Laborista. De momento, ya ha dado dos pasos históricos. El primero el pasado domingo, al conseguir aprobar un plan de paz que prevé la creación de un Estado palestino independiente, y el segundo, el lunes, al referirse con el término «ocupación» a la presencia israelí en Gaza y Cisjordania. Hasta la fecha, esta palabra estaba prohibida expresamente por los sucesivos gobiernos israelíes. Sharon, por ello, tiene que contener con mano de hierro las iras de los sectores más derechistas de su propio partido y de los ultrareligiosos de su coalición de Gobierno, donde su postura ha causado gran revuelo. «Tenemos que repartir la tierra de Israel con los palestinos», ha dicho, lo que ha sonado a sacrilegio para amplios sectores de la sociedad judía, que se sienten el pueblo elegido sobre la «tierra prometida». Mientras, la violencia continúa. Ayer, el Ejército israelí dio muerte a un niño de 11 años de un tiro en la cabeza y a otro de 15, mientras otros dos resultaron gravemente heridos. Por otra parte, la reunión prevista para hoy entre Sharon y Abu Mazen prevista para hoy ha sido aplazada hasta mañana, por problemas de agenda de éste, que entre otras cosas debe recibir a la ministra de Exteriores española, Ana Palacio. De momento, dos de los partidos de su coalición gubernamental, el Partido Nacional Religioso y el ultranacionalista Frente de la Unidad Nacional, estudian su salida inmediata del gobierno, paso que podrían aprovechar los laboristas para entrar en él. La metamorfosis del artífice de la "colonización" judía, cuyos asentamientos en tierras palestinas se han triplicado desde su llegada al poder, es celebrada no sin cierta ironía por los pacifistas israelíes al expresar que "han llegado los días del Mesías". ANA PALACIO EN RAMALA La reunión entre Ariel Sharon y Abu Mazen, prevista para hoy, ha sido retrasada para el jueves. Diversos compromisos del primer ministro palestino, como su entrevista con la ministra Ana Palacio, han sido la causa esgrimida para el cambio de fechas por fuentes palestinas. Ana Palacio, que llegaba ayer por la tarde a Ramala, se reunirá igualmente con el presidente palestino, Yasser Arafat, en la Mukata. De momento, continúa la violencia en tierras palestinas. El lunes en Qalquilia el ejército israelí mataba a un niño de 11 años de un tiro en la cabeza, cuando disparaban sobre una muchedumbre que protestaba su presencia con lanzamientos de piedras. Otro niño de 15 años era asesinado ayer, y otros dos de 15 y 9 años resultaban gravemente heridos en Tulkaren, como respuesta a su lanzamiento de piedras sobre unos vehículos militares. En Jenín se impuso el toque de queda, tras realizar numerosas detenciones. Y en Gaza un convoy de vehículos diplomáticos de varios países europeos fue tiroteado, sin consecuencias, al no respetar un control militar en las cercanías de Beit Hanun, la ciudad norteña de la franja asediada desde hace dos semanas por las tropas israelíes.