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Embarga un 53% de las acciones del gigante petrolero Yukos Putin convoca a las empresas extranjeras para evitar una desbandada de capitales
30 oct 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Parece que no va a haber compromisos ni treguas en la guerra que se acaba de desatar entre una parte del aparato de Estado ruso, aquella que reúne fundamentalmente a los miembros de los servicios secretos y fuerzas de seguridad, y los dueños de las grandes empresas del país. La Fiscalía General dio ayer una nueva vuelta de tuerca en su campaña de acoso y derribo contra la petrolera Yukos, cuyo presidente, Mijaíl Jodorkovski, se encuentra encarcelado desde el pasado sábado acusado de evasión fiscal y estafa a gran escala. La Fiscalía ha embargado el 53% de las acciones de Yukos; es decir, el paquete de control, obstaculizando así la posibilidad de que la petrolera rusa caiga en manos de las compañías norteamericanas Exxon y Texaco, que estaban ya en negociaciones para cerrar la operación. Al tiempo, el presidente Vladimir Putin convocó a los representantes de las empresas extranjeras instaladas en Rusia para tratar de tranquilizar los ánimos y evitar que se produzca una desbandada general de capitales. Y es que, tras conocerse la decisión de la Fiscalía General, la cotización de sus acciones cayó un 12% más, lo que, unido a los descensos de los últimos días, supone ya una depreciación de casi el 25%. El magnate Borís Berezovski, exiliado en el Reino Unido desde hace tiempo para evitar correr la misma suerte que Jodorkovski, aseguró ayer que «está en marcha una nueva redistribución sangrienta de la propiedad». En su opinión, «el Kremlin está empujando el país a una guerra civil».