El jefe de la CIA testificará en el juicio a Montesinos por la venta de armas a las FARC

M. López de Guereño LIMA

INTERNACIONAL

21 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El juicio oral contra el ex asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos por tráfico de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comenzó el martes con la petición de la defensa de citar al director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), George Tenet, para que explique la supuesta colaboración de ese organismo en la entrega a la guerrilla colombiana de 10.000 fusiles AKM en 1999. Comparecencia La abogada de quien fuera el poder en la sombra durante los gobiernos de Alberto Fujimori (1990-2001) obtuvo el permiso de la jueza que preside la Sala Anticorrupción, Inés Villa Bonilla, para que Tenet presente su testimonio. Sin embargo, el director de la CIA no tendrá que presentarse personalmente y podrá testificar respondiendo por escrito a un cuestionario o por teleconferencia. Según la defensa, este proceso contra el ex jefe de los servicios secretos de Perú, que tras una rocambolesca huida fue capturado en Venezuela en el 2001, «no es el más importante». Montesinos está acusado de formar parte de una organización criminal que compró armas en Jordania para lanzarlas en paracaídas en territorio controlado por las FARC. Indicios El procurador anticorrupción, Ronald Gamarra, señaló que hay indicios de que la CIA le ayudó en esa operación: «La intención de Montesinos era congraciarse una vez más con la CIA, que por entonces (1999) pugnaba por poner en marcha el denominado Plan Colombia, para radicalizar la lucha contra las FARC en la selva de ese país». Otros informes apuntan a que la CIA conocía el comercio de armas pero no hizo nada por impedirlo. El ex brazo derecho de Fujimori mantiene silencio en las vistas, como ha hecho en otras audiencias. Montesinos acumula acusaciones y juicios pendientes por corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de drogas, lavado de dinero, formación de grupos paramilitares y, los más graves, violaciones a los derechos humanos.