Abortan en Hungría un posible atentado contra el presidente de Israel

Cristina Tristán CORRESPONSAL | JERUSALÉN

INTERNACIONAL

BALAZS GARDI

La policía detuvo a tres árabes que planeaban colocar explosivos en el museo del Holocausto El Shin Bet asegura haber frustrado un ataque palestino con bombas y sangre infectada con sida

13 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La policía húngara detuvo ayer a tres personas relacionadas con un posible atentado suicida contra intereses judíos en la ciudad de Budapest, que los servicios secretos israelíes relacionan con el Museo del Holocausto, que será inaugurado el próximo jueves por el presidente de Israel, Moshé Katsav, que se encuentra desde ayer en Hungría en una visita oficial que durará cinco días. Aunque fuentes de los servicios secretos israelíes lanzaron rápidamente la hipótesis de que el objetivo del ataque sería atentar contra el presidente, coincidiendo con la inauguración del nuevo museo -que conmemora el 60 aniversario de los guetos judíos en Hungría- la policía de este país maneja el asunto con suma cautela. El responsable de la seguridad húngara que dirige las investigaciones, Attila Petofi, descartó ante la prensa que por el momento se puedan sacar conclusiones definitivas, aunque sí confirmó que uno de los detenidos era un ciudadano de origen palestino, de 42 años, que llevaba desde hace meses preparando el atentado. Aunque no reveló su identidad, adelanto que el sospechoso, dentista de profesión, es el líder espiritual de una pequeña comunidad islámica de Budapest. Los otros dos detenidos son dos ciudadanos sirios que posiblemente vendieron los explosivos para cometer el atentado frustrado. Según Petofi, «no hay ninguna relación entre la visita del presidente Katsav y estas detenciones», y las investigaciones hasta el momento sólo han revelado que los detenidos preparaban un atentado contra intereses judíos en Budapest. Continuar con los planes Por su parte, fuentes de la comitiva de Moshé Katsav afirmaron que el presidente israelí no cancelará sus planes, y que inaugurará el nuevo museo del Holocausto en la fecha prevista. Katsav, que se entrevistó ayer con su homólogo húngaro, Ferenc Madl, y hoy lo hará con el primer ministro, Peter Meggyassy, afirmaba salomónicamente tras el incidente que confía tanto en la policía húngara como en las fuerzas de seguridad israelíes. Mientras tanto, en Israel, coincidiendo con el final de la Pascua judía (Pesaj), fuentes de los servicios secretos internos (Shin Bet) dieron ayer a conocer un posible ataque palestino, que habría sido frustrado por las fuerzas de seguridad israelíes, de características un tanto rocambolescas, al barajarse el extremo de que los posibles autores del atentado planeaban utilizar un artefacto que contendría, además de los explosivos, sangre infectada con el virus del Sida. Las fuentes, que no dieron más detalles de cómo se planeaba cometer el ataque, fundaron su afirmación en la confesión un militante del movimiento oficialista Al Fatal, que preside yaser Arafat, detenido a finales de marzo pasado. Fuentes de la Autoridad Palestina, consultadas por este periódico, aseguraron que el hecho no puede tomarse en serio, y que forma parte de la campaña de propaganda del gobierno de Ariel Sharon con el fin de desprestigiar ante la opinión pública mundial a los movimientos de liberación del pueblo palestino.