Powell asegura que EE.UU. no piensa atacar Irán en estos momentos
INTERNACIONAL
Un informe de la CIA dice que Teherán recibió ayuda del padre de la bomba paquistaní Irán pide a la OIEA que no precinte todas sus centrifugadoras, claves para obtener un arma atómica
24 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, afirmó ayer en la televisión ABC que Washington no está «considerando ninguna acción militar» contra Irán, a pesar de que no descarta ninguna opción. En su primera entrevista desde que anunció su renuncia al cargo, Powell respondió, preguntado sobre si tendría sentido revisar en su debido momento la idea de negociar directamente con Teherán: «En su debido momento podría ser el caso. Pero no estoy pronosticando nada en este sentido. Creo que tenemos que ver cambios de comportamiento», en el Gobierno iraní. El jefe de la diplomacia norteamericana realizó estas declaraciones en la localidad egipcia de Sharm el Sheij. En esta reunión tuvo la oportunidad de hablar con su homólogo iraní, Kamal Jarazi, con el que mantuvo una «conversación educada», en palabras de Powell. Mientras, Irán sigue sacando pecho. Ayer, el jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen de los ayatolás, Yahya Rahim Safavi, aseguró que ni Estados Unidos ni Israel están en condiciones de atacar a Irán. «Cometerían un acto estúpido. Si crean problemas a nuestro país, nosotros les crearemos problemas a ellos», amenazó. Las centrifugadoras de gas Irán ha solicitado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que no aplique precintos a todos sus equipos relacionados con el enriquecimiento de uranio a pesar de haberse comprometido a suspender desde el lunes pasado todas las actividades relacionadas con la producción de ese material, clave para la construcción de bombas atómicas. Así lo aseguraron ayer en Viena fuentes diplomáticas cercanas al OIEA, que precisaron que Teherán desea seguir operando con unas 20 centrifugadoras de gas «por razones científicas». Según otro diplomático consultado, el pedido forma parte de las «tácticas de negociación» de Irán en la víspera de la reunión de la junta de gobernadores del organismo internacional. La misión permanente del gobierno de Teherán ante el OIEA no se encontraba ayer disponible comentar el asunto. Por su parte, ayer la CIA hizo público su informe anual sobre proliferación de armas en el que se aseguraba que Irán desarrolló programas para producir armas nucleares, químicas y biológicas y continuó buscando materiales, equipamiento y tecnología en el extranjero entre julio y diciembre del 2003. La búsqueda de material y equipamiento se centró en Rusia, China, Corea del Norte y Europa. Dicho informe, disponible en la dirección http://www.cia.gov, se publica en vísperas de una reunión crucial de la OIEA. El programa nuclear iraní recibió, según el informe, la ayuda de Abdul Khadir Khan, el padre de la bomba atómica paquistaní y cabeza visible de una red de contrabando que estuvo operando durante años. «La red de Khan suministró a Irán antiguos diseños de centrifugadoras paquistaníes, así como de modelos más avanzados y funcionales, y piezas», escribe la CIA, que destaca que esta ayuda tuvo lugar antes del segundo semestre de 2003, periodo que aborda el informe entregado ayer al Congreso. Monopolio nuclear Mientras la comunidad internacional discute sobre si Irán desarrolla o no armas nucleares, en el mundo hay desplegadas hoy más de 15.000 cabezas atómicas, el 90% de ellas en poder de EE.UU. y Rusia. Washington tiene desplegadas 7.200 cabezas, 600 de ellas con una potencia 130 veces mayor a la bomba que lanzó sobre Hiroshima. El club de países con armamento nuclear está reducido a siete y Estados Unidos quiere que siga así. Es lo que, en términos estratégicos, se ha venido a llamar «monopolio nuclear» en manos de naciones supuestamente responsables, que evitarían que estas armas llegaran a terroristas o a naciones que apoyen el terrorismo. La Administración Bush, con el vicepresidente Dick Cheney a la cabeza, han hecho del mantenimiento de este monopolio una cuestión de seguridad nacional.