El coraje de las Madres de la Plaza de Mayo llega a su fin

Agustín Bottinelli CORRESPONSAL | BUENOS AIRES

INTERNACIONAL

Crónica | La última marcha de las pañoletas blancas

25 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La asociación Madres de Plaza de Mayo, que encabeza Hebe de Bonafini, inició ayer a las 18.00, hora de Buenos Aires, su última Marcha de la resistencia. La de ayer era la ronda número 1.500 de las «pañoletas blancas» alrededor de la Pirámide de Mayo, situada frente a la Casa de Gobierno, que como cada jueves tenía lugar desde los años de la dictadura militar. De esta manera, se cierra una lucha de 25 años sin interrupción en los que la asociación realizó, año tras año, esta protesta de 24 horas de caminata sin pausa en demanda de la investigación del destino de sus hijos desaparecidos. Antes de comenzar la ronda y bajo un calor sofocante de 30 grados, Bonafini de 77 años, explicó los motivos de concluir con la emblemática protesta: «Con 1.500 jueves en la plaza y 25 marchas de la resistencia creemos que ya es momento de cerrar un ciclo. Primero porque a muchas de nosotras ya se nos hace difícil aguantar durante toda la marcha, algunas incluso tienen dificultades para caminar, y además porque somos conscientes de que ya no tenemos un enemigo en la Casa Rosada». Esta última marcha estuvo dedicada «a los 30.000 hijos luchadores, a todos los trabajadores y trabajadoras de las fábricas y empresas recuperadas». Repaso Hebe de Bonafini, mirando el edificio rosa de la Casa de Gobierno y en medio de una verdadera multitud que se acercaba a felicitarla y darle su apoyo minutos antes de comenzar su última caminata, repasó la trayectoria y el papel de las Madres a lo largo de los distintos gobiernos argentinos. «Primero tuvimos allí a los militares a los que les hemos ganado la batalla». Luego dijo que si bien habían creído en Raúl Alfonsín, el ex presidente «de repente perdonó a los asesinos al dictar las leyes de Obediencia Debida y Punto Final». Acerca de Carlos Menem, sostuvo que «remató al país». Además aseguró que en cuanto llegó al poder, en la sede de las Madres de Plaza de Mayo entraron once veces en 45 días a robarnos todas las fotografías que teníamos de los milicos», explicó. «Después vino Fernando de la Rúa -agrego- que ni siquiera quería que pisáramos la Casa de Gobierno». «Ahora estamos viviendo un momento político interesantísimo, en el país y en Latinoamerica. Y el que no lo ve así es ciego», concluyó Bonafini a la vez que aclaró que las Madres seguirán pasando por la plaza los jueves. Un concierto con artistas locales y extranjeros amenizó las largas horas de marcha en las que por última vez, las ahora ancianas Madres de Mayo, recorrieron esta plaza convertida en valuarte de los derechos humanos.