Israel califica de puñalada por la espalda la oferta de Putin a Hamás

Marius Schattner JERUSALÉN

INTERNACIONAL

La derecha acusa al Gobierno de fracasar en su intento de frenar a los islamistas palestinos Moscú aclara que pedirá a los radicales el cumplimiento de las demandas del Cuarteto

10 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La invitación del presidente ruso, Vladimir Putin, a los dirigentes de Hamás para que viajen a Moscú, es para Israel una verdadera «puñalada por la espalda». Ministros, altos responsables y dirigentes políticos expresaron su preocupación, mientras la oposición de derechas aprovechó para arremeter contra el fracaso del Gobierno en no mostrar firmeza contra el movimiento islámico palestino, a seis semanas de las elecciones legislativas en Israel. «Esta iniciativa es una verdadera puñalada por la espalda (...), pues está destinada a dar legitimidad internacional a un grupo terrorista, y nosotros debemos oponernos por todos los medios», declaró el ministro de Estado israelí, Meir Shitrit, a la radio pública. «¿Qué diría Moscú si, como réplica, invitásemos a los representantes de los chechenos a Jerusalén?», agregó el ministro y uno de los dirigente de Kadima, el partido recién fundado por Ariel Sharon. «Rusia, que impide la celebración de elecciones libres en Chechenia, no puede darnos lecciones de moral sobre la legitimidad adquirida por Hamás al término de una elección», añadió. «Un daño político» El presidente de Israel, Moshé Katzav, también criticó la iniciativa de Vladimir Putin, anunciada el jueves tras su reunión en Madrid con José Luis Rodríguez Zapatero, porque, en su opinión, «causa un daño político» al proceso de paz en Oriente Medio. «Causará un daño político porque ahora se atrincherarán precisamente en sus posiciones», dijo Katzav, en alusión a la negativa de Hamás a reconocer a Israel y a abandonar las armas. El enviado ruso para Oriente Medio, Alexandr Kaluguin, precisó ayer que Moscú exigirá a los líderes de Hamás el cumplimiento de las demandas internacionales y, ante todo, el reconocimiento de Israel. La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, de visita en Washington, se mostró inquieta por «la división de la posición internacional, hasta ahora unida contra Hamás». «Putin juega con fuego», dijo por su parte el titular de Vivienda, Zeev Boim, quien en una declaración a la prensa consideró «muy preocupante» la posición de Rusia. Benjamin Netanyahu, líder del Likud (derecha), estimó que la iniciativa rusa supone un grave revés para la diplomacia israelí. Netanyahu acusó al Gobierno, dirigido por Kadima, de haber permitido dicho fracaso al no mostrar firmeza frente a Hamás, y al haber aceptado entregar fondos a la Autoridad Palestina.