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Bruselas cree que la inteligencia militar serbia protege al ex general El portazo europeo provocó la dimisión del viceprimer ministro serbio
03 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?a Comisión Europea cumplió ayer sus amenazas y suspendió las conversaciones que mantenía con el Gobierno de Serbia y Montenegro para establecer un acuerdo de asociación preferencial con ese país, ante la constatación de que las autoridades de Belgrado no han realizado los esfuerzos necesarios para detener a Ratko Mladic. Contra el ex general, en paradero desconocido desde 1996, pesan varios cargos en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia, que le acusa de crímenes de guerra y contra la humanidad durante la guerra de Bosnia. «La actitud de Serbia resulta decepcionante», aseguró ayer el comisario de Ampliación de la UE, el finlandés Olli Rehn, quien anunció en Bruselas que la Comisión había acordado anular sine die la reunión con técnicos del Gobierno serbio que preveía mantener el próximo día 11. Rehn hizo pública esa decisión tras consultar con Carla del Ponte, la fiscal del Tribunal Penal Internacional, quien le aseguró que las autoridades del país no están colaborando plenamente para poner a Mladic a disposición de la justicia. «Intereses» El portazo de la UE provocó ayer la dimisión casi inmediata del viceprimer ministro serbio, Miroljub Labus, quien aseguró que con esa medida se había «defraudado uno de los intereses más importantes del país y de sus ciudadanos». Por su parte, el presidente, Vojislav Kostunica, aseguró que su Gobierno había hecho todo lo posible por capturar a Mladic, e incluso llamó a éste a entregarse para no perjudicar más a sus compatriotas. Lo cierto es que la actitud de Labus y Kostunica no esconde el descontento que gran parte de los representantes del poder civil en Serbia muestran hacia el Ejército, del que se sospecha está boicoteando la detención de Mladic. De hecho, Olli Rehn reconoció ayer sus dudas sobre si el Ejecutivo tiene de verdad capacidad para influir en los servicios de inteligencia militar que, presuntamente, deberían haber dado ya con el paradero del acusado. El pasado mes de marzo, la propia Del Ponte recomendó a la UE que no rompiera las negociaciones con Serbia, ante las promesas de que Mladic sería entregado. «La conclusión que saco es que me engañaron cuando me dijeron que la detención era cuestión de días o semanas», declaró ayer la fiscal. Genocidio Ratko Mladic, ex comandante en jefe del Ejército de la autoproclamada República Serbia de Bosnia, y Radovan Karadzic, su presidente, están acusados de programar el genocidio de la población musulmana de la actual Bosnia-Herzegovina, y de llevarlo a la práctica mediante el asesinato, la tortura y la violación de miles de civiles en localidades como Sarajevo y Srebrenica.