Otro «nuevo» comienzo del proceso, no el final

Ángela Rodicio

INTERNACIONAL

29 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«Esto es el comienzo del proceso, no el final», decía George W. Bush sobre la conferencia de Annápolis. La primera que ha sentado a la mesa de negociaciones a israelíes y palestinos en siete años. Lo que Condoleezza Rice define como «crear un horizonte político» en Oriente Medio.

Otro nuevo comienzo, desde el comienzo, la creación de Israel en mayo de 1948. Y la disolución de Palestina en enclaves que al día de hoy se han convertido en manchas de leopardo que recuerdan los bantustanes del apartheid en Sudáfrica. Esta vez se ha prometido alcanzar, en los 14 meses que le quedan a Bush en la Casa Blanca, la creación de un Estado palestino. Aunque resulte difícil imaginar cómo se puede crear una continuidad geográfica entre Gaza y Cisjordania. Ariel Sharon decía que con un tren: las vías serían israelíes, los vagones, palestinos. Luego cambió de idea, y se le ocurrió que sería menos problemático un túnel. Sharon lleva casi dos años en coma. Los mismos de la victoria de Hamás en las urnas por mayoría absoluta. No han sido invitados.

Álvaro de Soto, funcionario de la ONU durante más de dos décadas, dimitió de su cargo de enviado para Oriente Medio en mayo pasado. Informe de final de misión se llama su relato para lectura interna, en el que admite que «el boicot a Hamás es, cuanto menos, miope, pero tiene consecuencias devastadoras para los palestinos». Mahmud Abás depende de la seguridad que le proporcionan los israelíes, para continuar en el poder.

«Es Irán, estúpido», escribe en el diario israelí Yedioth Ahronoth , Nahum Barnea. «El convidado de piedra es Irán. La razón por la que se celebra la conferencia, y alrededor del que gira todo». Un guiño a la zona, antes de bombardear el régimen de los ayatolás, según Barnea. Kayhan, el periódico del Jamenei, decía: «Ya se comparará Annápolis con la conferencia que celebraremos con los verdaderos representantes de los palestinos».