EE.UU. garantiza a Israel que no permitirá su desaparición

Ana Cárdenes / Daniela Brik

INTERNACIONAL

16 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

George W. Bush dio ayer todo su respaldo a Israel en «la lucha contra el terrorismo», y afirmó en su Parlamento (la Kneset) que su país se encargará de garantizar de que el Estado judío no desaparezca nunca, además de lanzar una profecía de paz para Oriente Medio, donde los enemigos de EE.?UU. serán derrotados.

«Masada nunca volverá a caer. Estados Unidos estará a vuestro lado», afirmó Bush, arrancando aplausos y poniendo en pie a la práctica totalidad de los diputados al hacer referencia a esa fortaleza, último reducto de resistencia judía frente al imperio romano hace 2000 años.

Bush también recibió una larga ovación cuando pronunció en hebreo las palabras «feliz día de la independencia», con motivo del 60 aniversario del Estado judío -la «patria para el pueblo elegido», dijo- y al recordar a Ariel Sharon, asegurando que «las oraciones del pueblo americano» están con el ex primer ministro, en coma desde hace dos años.

En una intervención plagada de referencias bíblicas y religiosas en la que fue interrumpido numerosas veces por los aplausos, el presidente estadounidense reafirmó su mensaje, repetido hasta la saciedad durante su actual visita, de que Israel «no está solo» y únicamente hizo una fugaz referencia a las esperanzas de los palestinos de crear un Estado propio. «En Israel hay quizás siete millones de habitantes, pero en vuestra lucha contra el terrorismo sois 307 millones, porque América está a vuestro lado», manifestó.

Los enemigos

Además de los lazos de unión históricos con Israel, su discurso se centró en las amenazas comunes, en concreto en la posibilidad de que Irán adquiera armas nucleares. El dignatario republicano advirtió de nuevo sobre el peligro que supone para la estabilidad internacional la existencia de grupos como la milicia chií libanesa Hezbolá y el movimiento islamista palestino de Hamás, y habló de un futuro en el que «Irán y Siria serán naciones pacíficas», «el pueblo de Beirut será libre» y «Al Qaida, Hamás y Hezbolá habrán sido derrotados».

Los palestinos soltaron ayer 22.000 globos negros -uno por cada día transcurrido desde la fundación de Israel- para conmemorar el 60 aniversario de la nakba (catástrofe en árabe), la huida o expulsión de 700.000 palestinos a raíz de la proclamación del Estado judío. Según los organizadores, el objetivo de la acción era oscurecer el cielo sobre la vecina Jerusalén, para simbolizar la tristeza entre los palestinos mientras la población judía celebra el aniversario de su Estado, constituido el 14 de mayo de 1948.

Por primera vez, los palestinos conmemoraron el aniversario de su catástrofe histórica, no solo divididos geográficamente, sino también políticamente. Así, mientras la franja de Gaza está gobernada de facto por el movimiento islamista Hamás, que se resiste a abandonar la lucha armada, en Cisjordania rige el Gobierno leal a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo presidente, Mahmud Abás, negocia con Israel un acuerdo de paz.

El presidente palestino abogó ayer por poner fin al «drama humano» que causó la nakba, en un discurso grabado que se divulgó en el Parlamento palestino en Ramala. Durante su intervención subrayó: «Nuestra gente, desplazada por todo el mundo, ya ha tenido suficiente sufrimiento». Mahmud Abás recordó que pese al sufrimiento, los palestinos han «asumido una opción estratégica en favor de la paz», al tiempo que exhortó a Israel a «detener sus proyectos de asentamientos» y a aceptar la iniciativa de paz árabe.