Berlusconi retoma el proyecto del puente más largo del mundo

Hanns-Jochen Kaffsack

INTERNACIONAL

Simulación por ordenador del puente entre Calabria y Sicilia presentada en el anterior mandato de Berlusconi
Simulación por ordenador del puente entre Calabria y Sicilia presentada en el anterior mandato de Berlusconi EFE

01 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Durante dos años, Silvio Berlusconi debió ver cómo su proyecto favorito, el puente colgante más largo del mundo, caía en el olvido. Pero apenas retornó al poder, el proyecto para construir un puente sobre el mar desde Calabria a Sicilia vuelve a tener preferencia. En dos años se prevé colocar en el sur de Italia la primera piedra del Ponte sulle Stretto, llamado «la octava maravilla del mundo» por sus seguidores.

En el 2016 tendría que estar lista la obra que haría sombra al Golden Gate y que sería más alta que la Torre Eiffel, con casi cuatro kilómetros de largo, con un coste de 6.000 millones de euros, para 6.000 vehículos por hora y 200 trenes por día.

Los romanos habían soñado con un puente a Sicilia y también Benito Mussolini quiso encarar el asunto. Varios Gobiernos italianos de posguerra fracasaron en el proyecto que los opositores consideran un increíble desperdicio de dinero. Argumentan que la isla perdería su carácter y que sería mejor invertir en la deficiente infraestructura del sur de Italia.

Sin embargo, el ministro de Infraestructura, Altero Matteoli, no solo anunció cuándo rodará el tráfico sobre la faraónica obra, sino que también argumenta: «Es una promesa de la campaña electoral. El puente servirá a toda Italia, pero especialmente a Calabria y Sicilia».

La disputa por la obra ya lleva seis años. Se prevé que pueda resistir seísmos de hasta 7,1 grados y que, con una extensión libre de 3.300 metros, también sobrepase al puente japonés Akashi-Kaikyo, que con 1.991 metros es hasta ahora el puente colgante más largo del mundo.

En el 2002 Berlusconi inició la obra con un decreto. Se anunció que los trabajos comenzarían en el 2006. La megaconstrucción sobre el agua iba a crear 40.000 empleos y la financiación sería privada. Sin embargo, luego Berlusconi perdió las elecciones. Su sucesor Romano Prodi congeló lo que los críticos ya llamaban el «monumento Berlusconi».

Pero el puente de Sicilia es como el famoso monstruo del lago Ness que, al final, siempre vuelve a aparecer. Un poderoso grupo árabe saudí quiere invertir en proyectos de infraestructura italianos, también en el puente de Messina. Los contratos congelados por años aún son válidos, y el Gobierno quiere designar a un subsecretario de Estado para vigilar la millonaria inversión.

Probablemente el multimillonario zar mediático Berlusconi ya no estará en el cargo en caso de que realmente se inaugure en el 2016 el puente con pilares de 382 metros de altura. Tal vez en ese momento haya podido cumplir otro sueño y acuda como presidente a la inauguración.

«Como sea, la Mafia siciliana ya está lista y la Ndrangheta calabresa también», escribió el diario romano La Repubblica. Hay mucho trabajo que en el sur de Italia es especialmente «coordinado» por el crimen organizado: las canteras, el movimiento de tierra, el transporte o la mezcla de cemento.