David Souter, juez del Tribunal Supremo estadounidense, dimitirá de su puesto antes de las vacaciones de verano, una circunstancia que le dará a Barack Obama la posibilidad de nombrar a su sustituto y comenzar la renovación de un tribunal que tiene las mismas funciones que el Constitucional español. El Supremo norteamericano es la cima judicial del país, ya que sus sentencias no pueden apelarse. Decide sobre la constitucionalidad de las leyes, tanto federales como estatales, y sobre las acciones de los poderes legislativo y ejecutivo.
Está compuesto por nueve miembros, un juez presidente más ocho jueces asociados, a los cuales nombra el presidente, aunque tienen que ser aprobados por el Senado. El cargo de juez en el Tribunal Supremo es vitalicio, si bien los titulares pueden renunciar. Que es precisamente lo que se dispone a hacer David Souter el próximo mes de junio.
Souter fue nombrado por Bush padre en 1990. Lo eligió por su perfil conservador. Durante la entrevista en el Senado para su aprobación, respondió que no tenía una postura definida sobre el aborto. Sin embargo, a lo largo de los años se alejó de sus posturas conservadoras y se alineó con los progresistas. Lo ha demostrado votando a favor del aborto y de los derechos de los homosexuales. Los republicanos consideran que Souter los ha traicionado y en Estados Unidos incluso se ha acuñado un nuevo verbo para definir ese cambio de postura ideológica: to souter, que podría traducirse como souterizarse.
Quiere retirarse
Según parece, la única razón que ha llevado a Souter a tomar la decisión de dejar el tribunal es que no le gusta la vida en Washington y quiere retirarse a su pueblo de origen, en el estado de New Hampshire. Este juez fue uno de los cuatro disidentes en la decisión a favor de George W. Bush y contra Al Gore que en el año 2000 le dio la Presidencia al primero.
Debido a la adscripción del juez a las posturas progresistas, la futura elección de Obama, que se supone que designará también a otro jurista de esta tendencia, no cambiará la distribución de votos. Pero todos los analistas coinciden en señalar que es muy probable que Obama nombre a una mujer, ya que en la actualidad solo hay una entre los nueve magistrados.
El presidente del alto tribunal es desde el 2005 John Roberts, de 54 años, que fue nombrado por George W. Bush en el 2003 y tiene talante conservador. Los otros jueces que componen el tribunal son, además de Souter, John Paul Stevens ,que fue nombrado en 1975 por Gerald Ford: tiene 89 años y está dentro del grupo progresista. Antonin Scalia, de 73 años, fue nombrado en 1986 por Reagan y es profundamente conservador. Anthony Kennedy, que tiene 72 años, también fue nombrado por Reagan en 1988 y es conservador. Clarence Thomas, de 60 años, el único afroamericano, está considerado radicalmente conservador y fue nombrado por Bush padre en 1991. Stephen Breyer, de 70 años, fue nombrado por Clinton en 1990 y es progresista. Samuel Alito, de 50 años, nombrado por Bush en el 2006, es conservador. Y por último, la única mujer del tribunal, Ruth Bader Ginsbur, de 76 años y progresista, fue nombrada en 1993 por Clinton.
Por tanto, el tribunal lo forman cinco conservadores frente a cuatro progresistas, aunque en algunas ocasiones, Anthony Kennedy ha inclinado la balanza del lado de los progresistas debido a su voto moderado. Con la sustitución de David Souter, Obama no tiene la posibilidad de cambiar esa distribución ideológica. Pero sí puede cumplir la promesa que hizo durante la campaña electoral, la necesidad de nombrar a jueces que «estén más cerca de lo que piensa la gente en el mundo real».