Una delegación de presidentes africanos llegó ayer a Trípoli y se entrevistó con el líder libio Moamar el Gadafi para lograr una tregua en los combates entre las fuerzas del régimen y los rebeldes. Este dijo aceptar la hoja de ruta propuesta por la Unión Africana. «La solución proppuesta será detallada en un comunicado y se hará un llamamiento a la OTAN para que cese sus bombardeos», dijeron los mediadores. Estos viajarán a Bengasi, bastión de la rebelión libia, para tratar de convencer a la oposición de que deponga las armas.
La empresa se anticipa delicada dado que los jefes de la rebelión rechazaron de antemano toda idea de alto el fuego si Gadafi o uno de sus hijos siguen en el poder. El primero en llegar al aeropuerto de Trípoli fue el presidente maliense Amadu Tumani Turé. Luego llegaron los presidentes Jacob Zuma (África del Sur), Mohamed Ould Abdel Aziz (Mauritania) y Denis Sassou Nguesso (Congo), así como por el primer ministro ugandés de Relaciones Exteriores Henry Oryem Okello. El comité de la UA pretende el «cese inmediato de todas las hostilidades», envío de ayuda humanitaria y apertura de un diálogo entre el régimen y la insurrección.
La delegación africana planea proponer un «período transitorio» para adoptar reformas políticas con vistas a eliminar las «causas de la crisis actual».