Passos prepara un Ejecutivo fuerte para una época de gran austeridad
07 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Portugal necesita un Gobierno de forma urgente y esa es la misión que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, le encomendó ayer al ganador de las elecciones legislativas del domingo, el socialdemócrata Pedro Passos Coelho. El encargo no pasaría de ser más que un mero formalismo si no fuera porque el nuevo Ejecutivo deberá de presentar cuentas y deberes hechos al Banco Central Europeo, al Fondo Monetario Internacional y a la propia UE, tras la inyección en las arcas públicas lusas de 78.000 millones de euros de rescate (ya ha ingresado 12.600).
El tiempo apremia, pero para afrontar la travesía del desierto que será el próximo bienio, Passos Coelho deberá emprender inmediatamente las gestiones para encontrar una «solución de Gobierno mayoritario» sin esperar a su nombramiento. La fecha tope es el 15 de junio. Esa fue la encomienda de Cavaco, que el próximo primer ministro llevará a la práctica con su aliado natural, el CDS-PP de Paulo Portas. Juntos sumarán 129 diputados en un hemiciclo de 230 escaños.
Passos Coelho volvió a ratificar ayer su intención de cumplir a rajatabla las condiciones del rescate financiero al que se vio abocado Portugal el pasado mes de marzo. «Estoy absolutamente» comprometido con los términos del rescate de 78.000 millones de euros al país e incluso podría ir más allá en las condiciones del acuerdo que obliga a una gran austeridad», afirmó en una entrevista, la única que concedió tras su victoria, a la agencia Reuters.
«Portugal necesita volver a generar una ola de confianza en los mercados. Creo que podemos sorprender e ir más allá del acuerdo [de rescate]», añadió el líder del PSD, augurando un período de contención del gasto y recortes aún más drásticos de los impuestos por la UE.
Descenso en la Bolsa
«Haré todo a fin de garantizar que Portugal no sea una carga para los países que nos prestaron lo que necesitábamos para asumir nuestras responsabilidades y nuestros compromisos» aseguró. De momento, las palabras de Passos no han servido para calmar a los acreedores de Portugal. La reacción de los mercados unas horas después de conocerse los resultados electorales ha quedado muy lejos de ser positiva para las finanzas lusas. Al cierre de esta edición, la Bolsa de Lisboa (PSI) culminaba una jornada de descensos.