Manuel Valls es el único candidato a la nominación socialista que recibió la nacionalidad por naturalización. Nació hace casi 49 años en Barcelona y se considera «un marginado muy determinado» en este proceso de primarias.
Este español que se ha colado en la carrera hacia el Elíseo no es cómodo para el aparato del partido. Se ha enfrentado públicamente a Martine Aubry, que amenazó con expulsarlo por sus acusaciones de fraude en el congreso de Reims, y hace años que exige la renovación de ideas y de caras frente a los eternos «elefantes».
Aun así, Valls estaba con Strauss-Kahn y tomó la decisión de presentar su candidatura cuando quedó claro que el escándalo neoyorquino dejaba fuera de juego al favorito.
Es militante socialista desde 1980, alcalde de Évry desde el 2001 y diputado desde el 2002.