La oposición cubana se une para exigir democracia en la isla

carlos batista LA HABANA / AFP

INTERNACIONAL

Propone iniciar un diálogo nacional, nuevas leyes y convocar un plebiscito

14 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La fragmentada disidencia cubana realizó ayer un nuevo intento de unidad con la plataforma El camino del pueblo, que algunos firmantes consideran un proyecto viable de transición política, y otros, una «posición común» de diferentes organizaciones.

Más de 40 líderes opositores y ex presos políticos en la isla o el exilio, de diferentes tendencias y grupos, suscribieron el documento, que propone un «diálogo nacional», «nuevas leyes» y un «plebiscito», y queda abierto para nuevas adhesiones.

Elaborado por Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación y premio Sajarov-2002, junto al ex preso político Félix Navarro, el documento propone «un verdadero diálogo nacional e iniciar el proceso de cambios legales sin exclusiones».

Para ello pide modificar la Constitución y otras leyes, restaurar las libertades de movimiento, expresión y asociación, y convocar a un plebiscito que muestre la voluntad popular sobre el rumbo a seguir.

«El documento fue elaborado por todos los que firmamos, y yo creo que es viable y necesario, pues es un mensaje a todo el pueblo de Cuba», dijo Payá.

Entre los firmantes están el periodista Guillermo Fariñas, premio Sajarov-2010 y autor de varias huelgas de hambre; Laura Pollán, de las Damas de Blanco; la radical Martha Beatriz Roque, el activista Elizardo Sánchez; el moderado Manuel Cuesta Morúa, y varios expresos del grupo de los 75.

«Más que un proyecto, yo creo que eso es un intento de fijar una posición en las actuales circunstancias y la viabilidad que le veo es justamente la de manifestar una posición común», dijo Cuesta Morúa.

Elecciones libres

La plataforma sostiene que «lográndose los espacios de participación que se abrirán con estos cambios en las leyes y con el respeto en la práctica de los derechos de los ciudadanos» se convocará «a un diálogo nacional y a elecciones libres para todos los cargos públicos y para una Asamblea Constituyente».

Durante medio siglo de poder comunista en la isla, los disidentes, considerados por el Gobierno «mercenarios» a sueldo de EE. UU., realizaron varias tentativas de unidad, siempre frustradas, y enarbolaron proyectos de transición que no llegaron a concretarse. El más conocido es el Proyecto Varela, también de Payá, presentado al Parlamento en el 2002 sin resultados y exaltado por el expresidente norteamericano Jimmy Carter.

«Destacado de cinco o seis líneas para entrevistas»