Los rebeldes libios reciben como héroes a Sarkozy y a Cameron

Jorge Fuentelsaz TRÍPOLI / EFE

INTERNACIONAL

Los dos dirigentes destacaron que todavía queda mucho por hacer

16 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Nicolas Sarkozy y David Cameron, principales impulsores de la intervención militar en Libia, se convirtieron ayer en los primeros mandatarios en apoyar a la dirigencia rebelde en suelo libio, quitándole ese privilegio al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, que llegó anoche a la capital.

El presidente francés y el premier británico fueron recibidos como héroes, tanto por la población entusiasta reunida en Trípoli y en la plaza Tahrir de Bengasi como por los dirigentes políticos del Consejo Nacional Transitorio (CNT). «La victoria nunca habría sido posible sin la ayuda de los aliados y especialmente de Francia y del Reino Unido», declaró a la prensa el presidente del CNT, Mustafá Abdul Yalil, al lado de su número dos, Mahmud Yibril.

Niegan un acuerdo comercial

Una ayuda, dijo, que responde únicamente a razones humanitarias. Una cuestión sobre la que volvieron Cameron y especialmente Sarkozy, que negó categóricamente la existencia de acuerdos secretos en Libia, en referencia a un supuesto pacto para la explotación francesa del 35 % del crudo libio. «Hicimos lo que teníamos que hacer porque creímos que era lo correcto», indicó.

No obstante, más allá de mostrar la satisfacción por los «rápidos progresos» realizados por las autoridades libias, tanto el CNT como ambos líderes europeos insistieron en que todavía queda mucho por hacer. Muamar el Gadafi «tiene que ser detenido» y todos los que «han cometido crímenes» tendrán que someterse a la Justicia, en palabras de Sarkozy. Cameron también reconoció que todavía se está «lejos de haber terminado el trabajo» en el combate con los gadafistas y mostró su disposición a continuar ayudando al CNT en la búsqueda de Gadafi.

La dirigencia rebelde también agradeció a Francia su compromiso con la reconstrucción de centros escolares y en la vigilancia de las fronteras del sur del país, y al Reino Unido, el desbloqueo de unos 600 millones de libras (684 millones de euros) en bienes confiscados.

Excepto por los recordatorios de que el conflicto aún sigue y que Gadafi está desaparecido, la rueda de prensa pareció más el anuncio oficial de la victoria definitiva. El entusiasmo mostrado por Sarkozy y Cameron tampoco hubiera sido el mismo si no se hubieran adelantado en el último momento a Erdogan, que tenía previsto pronunciar hoy un discurso en Trípoli. El secretario del CNT aseguró que Sarkozy tenía el derecho a ser el primer presidente en visitar el país, por la ayuda prestada a los rebeldes y dejó entrever que Erdogan perdió la carrera por un motivo religioso. «Erdogan es musulmán y quiere estar en la plaza de los Mártires para el rezo, y eso solo puede ser el viernes», dijo.

Algunos medios franceses acusan a Sarkozy de buscar con esta visita un golpe mediático de cara a las elecciones presidenciales, y quitar protagonismo al primer debate televisado de los socialistas.

«No hubo acuerdos detrás de la escena [...] Nunca pedimos privilegios»

Nicolas Sarkozy

«Vamos a ayudarlos a encontrar a Gadafi y a presentarlo

ante la justicia»

David Cameron

«La victoria

nunca habría sido posible sin la ayuda de los aliados»

Mahmud Yibril