El capital huye de Argentina después de la reelección de Cristina Fernández

daniel merolla BUENOS AIRES / AFP

INTERNACIONAL

La previsible devaluación del peso ha desatado la fiebre de compra de dólares

30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Argentina sufre una sangría de reservas monetarias y fuga de capitales a causa de una fiebre de compra de dólares, que se agravó pese a la estabilidad política por la reelección de la presidenta Cristina Fernández hace tan solo una semana.

El mercado impulsa la huida de divisas y la pérdida este año de unos 5.000 millones de dólares en reservas, en espera de una devaluación del peso. El Banco Central interviene vendiendo dólares para contener la presión sobre el precio de la divisa. Y la reacción de Fernández fue decretar esta semana medidas que obligan a la liquidación de dólares procedentes de exportaciones de petroleras y mineras, y repatriaciones de fondos de aseguradoras.

El objetivo del Gobierno es que pasen por el Banco Central unos 6.000 millones de dólares en liquidación de exportaciones de empresas como Repsol o repatriaciones de fondos como de la británica HSBC Seguros.

«¡Obviamente que la gente espera una devaluación! Cuando el pasaje pagado en cuotas a Miami le sale más barato que irse a Pinamar (balneario argentino), la gente se dolariza», dijo Eduardo Blasco, director de la consultora Maxinver.

«Nadie está esperando una crisis grande. Si yo fuera el Gobierno dejo de vender [dólares], no hago ningún ruido, controlo la tasa de interés y el gasto [público] y luego espero la entrada de divisas de la cosecha», resumió. En los primeros meses de cada año entran entre unos 25.000 de dólares de las exportaciones agrícolas y alimentarias.

Pero los decretos gubernamentales no surtieron efecto y siguió sin tregua la presión sobre una tasa de cambio de 4,26 por dólar. El Banco Central vendió más de 500 millones de dólares desde la victoria de la presidenta el domingo pasado. Este año, las reservas cayeron de un récord de 52.600 millones de dólares a unos 47.600 millones, sin perder solidez, según el Banco Central. La huida de capital podría rondar los 21.000 millones de dólares, casi el récord del 2008, según la consultora Ecolatina. El economista Aldo Pignanelli, expresidente del Banco Central, sostiene que «las empresas implicadas en la fuga de capitales no reinvierten en el país y el consumo siente la restricción». Y la fuerza de Fernández radica en el consumo.