El nacionalista Alex Salmond quiere celebrarlo en el 2014, mientras Cameron le dio entre 12 y 18 meses.
11 ene 2012 . Actualizado a las 00:25 h.Escocia anunció su intención de celebrar el referéndum sobre la independencia en el 2014, según el jefe del gobierno del país, el nacionalista Alex Salmond. Antes, el ministro británico para Escocia, Michael Moore, había señalado que el gobierno regional no podía por razones legales convocar en solitario un referéndum sobre la independencia.
Westminister ofrece sin embargo a los escoceses un plazo de 12 a 18 meses para poder realizar la consulta bajo determinadas condiciones. Salmond rechazó esta propuesta en declaraciones a la BBC. Escocia, dijo, no va dejar que Londres le dicte las condiciones. «Esa época ya terminó», dijo Salmond al canal.
La cuestión de la independencia es «para Escocia como nación» una cuestión importante que ha quedo atrás durante tres siglos. Ahora se necesita tiempo para preparar el referéndum. Y no se trata sólo de la fecha, sino por ejemplo qué pregunta aparecerá en la papeleta. En la cuestión de la independencia, Londres quiere que aparezcan sólo las opciones «sí» y «no». Edimburgo en cambio considera una opción según la cual Escocia podría ser económicamente independiente, seguir colaborando con Londres en el ámbito de la política exterior y en defensa.
El ministro británico para Escocia, Michael Moore, dijo en una declaración al parlamento que el gobierno le cederá los poderes requeridos al término de consultas públicas para determinar el calendario. El gobierno británico alega que la incertidumbre que rodea este asunto está impactando negativamente la economía escocesa.
Moore declaró en el parlamento que aunque el gobierno cree que el Reino Unido debe permanecer intacto, debe haber un «referéndum legal, justo y decisivo». «El gobierno británico está dispuesto a dar al gobierno escocés los poderes para celebrar un referéndum que de otro modo no pueden organizar legalmente», agregó el ministro liberal-demócrata.
La consultas con la población y el gobierno escoceses también deben servir para determinar si el referéndum debe proponer una simple respuesta de «sí» o «no» a la independencia, la opción que prefiere el gobierno británico. Este inesperado paso del gobierno es considerado como una estratagema para forzar un referéndum antes de la fecha que quiere Salmond, basada en el convencimiento de que éste no goza de suficiente apoyo a pesar de un creciente respaldo a la independencia, que según el último sondeo rondaba el 38%.