Una OTAN dividida intenta evitar una estampida de Afganistán

Daniel Basteiro BRUSELAS / SERVICIO ESPECIAL

INTERNACIONAL

Estabilizar el país tras la retirada costará 3.000 millones al año

19 abr 2012 . Actualizado a las 07:03 h.

Los anuncios de varios miembros clave de la OTAN amenazan con romper las costuras de la operación en Afganistán. Unas horas antes de la reunión de ministros de Defensa y Exteriores de ayer en Bruselas, Australia anunció que a finales del 2013 todos sus soldados estarán de vuelta en casa. El anuncio de ese país, que se enfrenta a unas elecciones el año que viene, sorprendió en el cuartel general aliado, que tiene fijada la retirada en el 2014.

La marcha apresurada de los australianos se suma a la de los franceses, canadienses y holandeses anunciada hace unos meses. El secretario general de la OTAN se esforzó ayer por calmar los ánimos. Anders Fogh Rasmussen aseguró que «el anuncio australiano está totalmente en el marco de la hoja de ruta que hemos diseñado para la transición», algo desmentido por el titular alemán de Defensa, Thomas de Maizière, que reconoció estar «sorprendido» por la brusquedad de Camberra. La decisión final se tomará en la cumbre de jefes de Gobierno y Estado de la OTAN que se celebrará en mayo en Chicago.

Calendario previsto

El ministro Pedro Morenés anunció que España sí mantendrá el calendario previsto. Este año reducirá su contingente, ahora de 1.488 soldados, en un 10 %. En el 2013 volverán a casa el 40 % y el resto finalmente en el 2014. Además, «España está comprometida a continuar en el pos-2014», pero «en una nueva misión con otras finalidades».

Lo que no está todavía claro es el dinero que los aliados pondrán sobre la mesa para asegurarse que las fuerzas de seguridad afganas logren estabilizar el país tras la marcha de la ISAF. Rasmussen calculó que el coste anual para la Alianza superará los 3.000 millones de euros al año y EE.?UU. pretende que en la cumbre de mayo se pongan negro sobre blanco los primeros compromisos. A España se le pide que aporte 23 millones.

La OTAN tiene desplegados 130.000 soldados, pero el entusiasmo por la misión es mínimo acuciados por la falta de apoyo de los ciudadanos occidentales.